Con la obra del intelectual marxista Fausto Reinaga, en el bolsillo, y la creencia de que había llegado el momento de implicarse en el indigenismo militante, Evo Morales ingresó en 1983 en el sindicato agrícola. Es el primer Presidente indígena de un país en donde más de la mitad de los habitantes son indios. Su primer triunfo fue un rescate del gentilicio, pero su tercera victoria llega en tiempos de la necesidad de reafirmación del liderazgo de izquierda en Latinoamérica.
Dedicarle ese triunfo a nuestro máximo líder eterno y a Fidel Castro fue una prueba de lealtad incondicional al socialismo del siglo XXI, amigo agradecido de Hugo Rafael Chávez Frías, lo acompañó en todo el entierro, no se despegó un solo instante de la urna, caminando siempre a su lado todo el recorrido desde el Hospital Militar.
Si el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, hizo historia al besar el ataúd, Morales demostró paso a paso la solidaridad, aprecio y cariño sentido por el Comandante Eterno.
La derecha como siempre quiso dejar dudas de esta reelección inventando tarjetas de votación preparadas o calles solitarias, pero la contundencia de la victoria, con tan alto porcentaje de diferencia, obligó a los otros candidatos a reconocer inmediatamente el triunfo del presidente Evo Morales.
El origen humilde de Chávez y de Evo los atornillo en la lucha contra el imperialismo estadounidense, se unieron lazos de hermandad. Al igual que nuestro líder, Morales habla sin pelos en la lengua; recordamos el video cuando llegó a Perú, manifestando en su discurso los recuerdos de su primer viaje a ese país en momentos que Alan García, era “menos gordo y mas antiimperialista”.
El líder sintió la solidaridad del comandante Chávez durante toda su gestión, en sus abrazos se proyectaba el sentir bolivariano. Su reelección lleva la fuerza del éxito contra de los que una vez trataron de descalificarlo por no ser egresado de Harvard.
Así mismo quisieron hacerlo con Chávez y ganó elecciones mientras vivió, gobernando para los pobres. Entendiendo la idiosincrasia venezolana como nadie. Dándose el gusto de dejar en Miraflores a un Presidente obrero, nada de burgueses En la desaparición física de nuestro líder eterno Morales declaró “Chávez trazó caminos, tenemos la tarea de consolidar la lucha contra el capitalismo. Hoy hemos reconocido que aparte de ser hijos de Simón Bolívar, también somos hijos de Chávez”.