Según el último sondeo de Hinterlaces más del 80 % de los encuestados considera que la situación de desabastecimiento, inflación y delincuencia se agravó en las últimas semanas, mientras que ese mismo porcentaje señala como positivo que el presidente Nicolás Maduro adelante una política de alianzas con el empresariado nacional.
Otro dato que aporta la encuestadora es que el 63 por ciento cree que el Gobierno debe tomar decisiones inmediatas en el plano económico, y un 35 por ciento está en desacuerdo.
La agenda de la derecha neoliberal (MUD) es la “salida” del presidente Maduro en cinco meses; la ley “guarimba”, que busca otorgarle amnistía a los responsables de la violencia de 2014, que, por cierto, son los mismos que ya fueron indultados por el presidente Hugo Chávez; la ley contra las familias que tienen y tendrán su hogar gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) y, la insólita decisión de no aprobar el Decreto de Emergencia Económica solicitado por el gobierno para atender la crisis.
Si la MUD se propone recortar el mandato que el pueblo le dio al presidente Maduro, el único recurso constitucional es el de la convocatoria a un referendo revocatorio, que está contemplado en la Constitución.
El problema es que les saldría “el tiro por la culata” como en 2004, porque el pueblo venezolano quiere que la crisis económica se supere, en ningún caso, quiere que la situación se agrave.
¿Cómo alcanzar un acuerdo nacional para salir de la crisis económica, en medio de un panorama tan adverso?
Lo prioritario es tomar conciencia de que un “choque de trenes” en la situación actual es sumamente peligroso. Esos trenes y sus vagones tienen que servir para llevar alimentos y medicinas a los anaqueles y no para provocar una guerra civil.
Lo que tenemos que buscar son acuerdos y entender que nadie se humilla porque dialogue.