El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, tiene 10 días para presentar su defensa ante la justicia tras una acusación por corrupción en el marco de la Operación Lava Jato, llevada a cabo por la Policía Federal de Brasil para investigar una red mediana de lavado de dinero.
El juez Sergio Moro, responsable de la Lava Jato, retomó la semana pasada el proceso contra Cuhna que tenía lugar en el Tribunal Supremo Federal.
Cuhna, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), fue destituido de su cargo el pasado mes de septiembre por lo que el Supremo Federal ya no tenía derecho a juzgarlo.
El exministro del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Teori Zavascki, elegido por Dilma Rousseff en el 2012, envió el caso de Cunha a la Corte Federal en Curitibia, capital del Estado brasileño de Paraná, cuyo presidente es Sergio Moro y el mismo concentra las acciones penales derivadas de la investigación Lava Jato.
Moro reabrió el caso el cual será juzgado en la justicia ordinaria de Paraná, que normalmente sigue unos trámites más rápidos que los del Supremo, por lo que Cunha podría ser condenado antes.
Eduardo Cunha impulsó el golpe parlamentario contra al presidenta Dilma Rousseff. El exdiputado dijo sentirse orgulloso por iniciar el juicio político contra la mandataria.
El pasado 13 de septiembre, el expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil fue destituido de su cargo tras ser acusado de corrupción. Fue cesado de sus funciones con 450 votos a favor y 10 en contra.