La Comunidad de Desarrollo de Países de África Austral (SADC) desplegará una misión de observadores en Lesoto, encabezada por Sudáfrica, para garantizar el retorno a la estabilidad política.
El acuerdo se adoptó la víspera, durante la cumbre extraordinaria celebrada en esta capital, donde se analizó la situación de estancamiento gubernamental que vive el país, después de la intentona de golpe de Estado del pasado 30 de agosto.
En la reunión, la troika encargada de la presidencia para este período -Zimbabwe, Malawi y Botswana-, designó al vicepresidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al frente de la misión de la SADC, apoyado por la secretaría de la organización y un equipo de expertos de los Estados miembros de la presidencia.
La cumbre instó a los líderes de los partidos de la coalición de gobierno lesotense, a defender los compromisos de restaurar la normalidad constitucional, y la aplicación de las declaraciones de Windhoek y Pretoria con carácter de urgencia.
Los miembros de la SADC ven la reapertura del Parlamento, como un paso fundamental hacia el restablecimiento de la paz y la estabilidad en Lesoto.
El primer ministro Tom Thabane suspendió el Parlamento en junio en un intento de evitar una moción de censura que fue impulsado por su viceprimer ministro Mothetjoa Metsing.
La suspensión de las actividades legislativas, junto con el despido del jefe del ejército, teniente general Tlali Kamoli, fueron los factores que desencadenaron el intento de golpe de Estado a fines del mes pasado.
También se debatió sobre el estancado proceso de paz en la República Democrática del Congo (RDC), así como el papel de las agencias de la ONU en el suministro de la logística y la seguridad de las Fuerzas para la Liberación de Ruanda (FDLR) después del desarme voluntario y su reubicación transitoria.
Llamaron, a su vez, a iniciar un programa de reasentamiento en países fuera de la región de los Grandes Lagos para dar cabida a aquellos elementos de las FDLR que no quieren o no se les permite repatriarse a Ruanda.
A la cumbre asistieron los presidentes de Zimbabwe, Robert Mugabe; Ian Khama, de Botswana; y Jacob Zuma, de Sudáfrica.
También estaban presentes el primer ministro de Lesoto, Thomas Thabane y su vice, Mothetjoa Metsing, así como representantes de Malawi, Namibia y Tanzania.