El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, anunció este martes que hará llegar en unos días una contrapropuesta a Podemos, en la que detallará los puntos de coincidencia con el documento presentado con Pablo Iglesias.
Sánchez, hasta entonces, no se reunirá con Iglesias, con quien dijo que sólo se hará “las fotos que él quiera” cuando sea para llegar a un acuerdo, “porque estamos en el tiempo de la negociación”.
El líder del PSOE, además, reprochó a Iglesias que su forma de negociar sea a través de ruedas de prensa y que no se quiera sentar a negociar, ni reunir a las comisiones negociadoras de ambos partidos. Pese a todo, Sánchez volvió a tender la mano a la negociación con Podemos, y buscar vías de entendimiento.
En este sentido, afirmó que había dado orden a su comisión negociadora de que estudie cuáles son las propuestas que se pueden compartir y, a partir de ahí, se le hará llegar otro documento a Iglesias. Entonces, según dijo Sánchez “sí me gustaría reunirme con Pablo Iglesias, pero para llegar un acuerdo”.
De esta forma, Sánchez esquiva el envite de Podemos de no sentarse a negociar sin “acudir” previamente a ser “recibido” por Pablo Iglesias, y vuelve a poner la pelota en el tejado de Podemos.
Además, Sánchez dejó bien claro, una vez más, que en ningún caso apoyará la propuesta del llamado “derecho a decidir” o un referéndum en Catalunya. El líder del PSOE indicó que eso no es negociable en modo alguno, y volvió a tender la mano a una amplia reforma constitucional “para que decidamos entre todos”.
El mismo planteamiento hizo en las reuniones previas que mantuvo la tarde de este marte con ERC y DyL, dos partidos con los que Sánchez no quiere contar en su investidura por su postura soberanista.
El líder del PSOE explicó que a ambos les indicó que para los socialistas, “es un profundo error la deriva independentista que se está tomando en Cataluña” y apostó por buscar una solución política que reconozca la diversidad de España, pero sin divisiones.
Además, Sánchez prometió que si llega a ser presidente del Gobierno va a intentar abrir un nuevo tiempo político en Catalunya, siempre por la vía del diálogo y no por la confrontación. En este sentido, aseguró que “vamos a entender la mano a los ciudadanos catalanes”.
Para ello, se comprometió a recuperar los 23 puntos que presentó Artur Mas a Mariano Rajoy para abrir un proceso de negociación, además de reformar el sistema de financiación autonómica de Cataluña o hasta derogar leyes como la LOMCE que interfieren en la política educativa catalana.
Sánchez no encontró en sus propuestas mucha receptividad en sus interlocutores de ERC y DyL, que han pactado votar lo mismo en la investidura con el compromiso de que si no se reconoce el “derecho a decidir” su voto será negativo. El líder del PSOE lo sabe, pero indicó que el nuevo tiempo incluye dialogar con todos.