Francia planeó intervenir en Siria el 1 de septiembre, pero tuvo que cancelar la operación cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, decidió someter el tema a la consideración del Congreso, revelaron este lunes fuentes periodísticas.
El plan consistía en bombardear a partir de la tres de la madrugada, cuando la gente estaba durmiendo, dijo un alto funcionario galo citado por la revista Le Nouvel Observateur.
Según la publicación, los preparativos comenzaron en la mañana del 31 de agosto, después de una llamada desde la Casa Blanca.
En la operación debían participar cazas franceses Rafale, armados con misiles crucero Scalp, emplazados en aguas internacionales en el mar Mediterráneo, los cuales destruirían las baterías de defensa antiaérea de Damasco y otros objetivos en el oeste del país árabe.
Las autoridades habían preparado también algunas medidas destinadas a justificar el ataque ante la opinión pública francesa, mayoritariamente opuesta a la intervención militar.
Sin embargo, la operación debió cancelarse cuando Obama informó al presidente François Hollande que sometería el tema al voto parlamentario, afirma Le Nouvel Observateur.