La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó este lunes que en su segundo mandato a partir de enero próximo adoptará medidas drásticas para garantizar el crecimiento de la economía, pero sin afectar los programas sociales.
“Los ajustes en el ámbito económico no significarán problemas para los sectores sociales”, resaltó Rousseff al defender la necesidad de tener un mayor control del gasto e impulsar reformas.
Vamos a prepararnos para organizar la casa y tener en 2015 una retomada del crecimiento, subrayó durante un encuentro con periodistas del Palacio de Planalto (sede de la Presidencia).
Sin ofrecer detalles de las acciones que se impulsarán en su segundo mandato al frente del país, no descartó una elevación de las tasas de interés y un ajuste fiscal en las cuentas públicas.
Al referirse al Programa de Sustentación de la Inversión (PSI), que crea estímulos para diversos sectores con líneas de aportes financieros diferenciados, señaló la posibilidad de eliminar el subsidio algunas empresas.
La jefa de Estado indicó que muchas de estas medidas están aun estudio, por lo cual desestimó hacer alguna precisión al respecto.
Medios de prensa nacionales señalaron por su parte que el gobierno federal prevé realizar recortes al gasto público por un valor unos 100 mil millones de reales (37 mil 600 millones de dólares.
Los problemas económicos de este año, la caída de la producción industrial y la devaluación del real (moneda local) frente al dólar estadounidense auguran un crecimiento de la economía cerca al cero por ciento, lo cual originó la alarma del gobierno federal.
El crecimiento del Producto Interno Bruto en 2011 fue del 2,7 por ciento, descendió hasta 1,0 por ciento en 2012 y subió hasta el 2,3 por ciento en 2013, mientras para este año se espera -según analistas de mercado- apenas una expansión económica del 0,13 por ciento.