La UE inició el camino de la normalización con Cuba|La herencia de Aznar deja a España aislada de América Latina

España mira a Cuba, pero ya llega tarde. El Gobierno de Mariano Rajoy está pagando los desmanes de José María Aznar, el artífice del bloqueo de las relaciones entre Europa y La Habana. Ahora, el Ejecutivo español, que trata, sin éxito, de desvincularse de esa imposición ideológica, ha perdido la oportunidad de ser protagonista de unas negociaciones históricas. Un papel que, por los vínculos históricos con la región, estaba llamado a asumir.

La Unión Europea, al paso de EEUU, ha iniciado el camino de la normalización con Cuba para dejar atrás la Posición Común creada por el Gobierno Aznar, el primero del ente comunitario en romper con La Habana. El organismo tomó como suya la decisión de Madrid y congeló sus relaciones con la isla, y ya va para casi dos décadas.

«Hoy hemos retomado formalmente nuestro diálogo político», declaraba solemnemente la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, junto al canciller cubano, Bruno Rodríguez, el pasado miércoles. Las conversaciones seguirán hasta poner fin a la política restrictiva que todavía mantienen los Veintiocho. Y, ahí, España está fuera.

«Cuando Aznar impuso la Posición Común, el PP rompió un consenso básico en política exterior. No solo perjudicó y bloqueó las relaciones con Cuba, también aisló a España de sus relaciones con el resto de América Latina», denuncia a Público Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores, tras su paso por Sanidad, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

«Había una relación que los gobiernos habían entendido que estaba por encima de la política. Aznar se cargó una tradición que no había roto ni Franco», añade Javier Couso, eurodiputado de Izquierda Unida, en declaraciones a este diario.

La herencia del expresidente del Gobierno ha condicionado la presencia y la influencia de España en América Latina de tal manera que, como señala la exministra Jiménez, el país ha perdido ese «valor añadido» que desde el punto de vista político le daba su relación con Latinoamérica para potenciar su posición en el mundo. España ha dejado de ser la referencia europea y Cuba es el mayor ejemplo de ello.

«Cuba no reconoce a Rajoy y le pasa la cuenta por Aznar. El Gobierno del PP tiene un grave problema y es que no se da cuenta de que su enfrentamiento con Venezuela es un enfrentamiento indirecto con La Habana», comenta José Manuel Martín Medem, corresponsal durante años en Cuba para TVE. El periodista destaca que el plantón de Raúl Castro a José Manuel García Margallo durante la visita del ministro a la isla en noviembre de 2014 fue «un gesto público, un desaire más que un castigo, para que se entendiera que La Habana no necesita al Gobierno español, que ya no tiene ningún papel esencial. Aunque Cuba no lo manifieste, el interlocutor ya no es Madrid, es Bruselas».

Así las cosas, al Ejecutivo de Rajoy no le queda otra que buscarse otras vías. La situación a nivel gubernamental con la isla se contradice con la del empresariado español, con gran relevancia en Cuba desde hace decenios, y que el Gobierno pretende utilizar, aprovechando el eventual levantamiento del embargo de EEUU, para ganar posiciones.

El secretario de Estado de Comerio, Jaime García Legaz, viajó la semana pasada con una delegación empresarial buscando ampliar negocios. Sin embargo, apunta Martín Medem, los empresarios españoles siempre han protestado por la falta de apoyos recibida desde España. «Estaban profundamente cabreados con Aznar y la política del PP», rememora el periodista.

Asimismo, puntualiza Martín Medem, con el desbloqueo «los negocios en Cuba entrarán a formar parte de una liga mayor». La competencia es muy grande y, ya no solo España, sino toda la UE, lastrada por la Posición Común, se encontrará con países del resto de América Latina, China y Rusia con mucho terreno ganado.

LA UE, A LA ESTELA DE EEUU

Trinidad Jiménez recuerda que las discusiones en el seno de la UE para acabar con la Posición Aznar no son nuevas. Ella misma, y antes Miguel Ángel Moratinos, trataron de llevar el asunto a los más altos niveles. Con el cambio de Gobierno, concede en este punto Couso, se suavizó la «línea agresiva» que había adoptado España con contactos discretos en Cuba, algo que mantiene el actual Ejecutivo.

Sin embargo, la postura del primer equipo del PP, plegado a las posiciones más ‘neocon’ llegadas de EEUU, caló hondo en el bloque comunitario, que no ha dudado en mantener una política hacia la isla haciendo una mala copia del embargo estadounidense.

«La política exterior de la UE no hizo gestos de acercamiento, aunque sí que movió fichas, al estilo de Bruselas, que es muy lento y burocrático», detalla la exministra. Un síntoma de, defiende el eurodiputado de IU, «la falta de una política exterior comunitaria independiente». Prueba de ello, apuntan tanto Couso como Martín Medem, es que Europa sólo se ha movilizado de verdad para desbloquear el diálogo con La Habana cuando ha recibido un guiño desde Washington, sólo después de que Barack Obama anunciara el giro de EEUU hacia Cuba 50 años después.

Desde este lado del Atlántico, lamenta el periodista, las relaciones con América Latina se siguen viendo con «un complejo de superioridad». «Europa no ha entendido que el espacio geopolítico ha cambiado», incide por su parte Couso. En el caso de España, comenta Martín Medem, el problema viene de que nunca ha habido una política de Estado hacia la región, sólo políticas de Gobierno o de partido.

«Rajoy, en este momento de despedida, no tiene a América Latina entre sus temas principales. Tiene asuntos electorales más importantes. Aunque EEUU no necesita a España a favor ni en contra de Cuba, Aznar sí tuvo un protagonismo con la Posición Común. Ahora, Rajoy simplemente se resigna», apostilla el antiguo corresponsal de TVE. Martín Medem tampoco ve entre los partidos aspirantes a suceder al PP en el Gobierno «una visión global» de la situación en la región ni un afán de componer esa política de Estado que ve tan necesaria.

El periodista espera que haya nuevas iniciativas y confía en que, al menos, «sean más inteligentes». La exministra Jiménez cree que es imprescindible superar «los años perdidos» y estrechar relaciones en muchos ámbitos, como en el de la cultura. No es más que rescatar la «normalidad histórica», apostilla Couso. «La política exterior de España debe recuperar la cordura», concluye el eurodiputado.

F/Publico.es