El ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, manifestó estar de acuerdo con la propuesta de Argelia de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) debe procurar que los precios del crudo se ubiquen entre 50 y 60 dólares el barril.
Zangeneh ratificó el apoyo de su país a «cualquier medida potencial» para lograr la estabilidad de los precios del crudo siempre y cuando el precio del barril se ubique en el «nivel razonable» de los 55 dólares.
El ministro manifestó su posición en un encuentro con el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo, durante una visita a Teherán donde dialogaron sobre la crisis del precio del crudo y las políticas para tratar de restaurar su precio, las cuales se tratarán en la cumbre de la organización que se realizará a finales de mes en Argelia.
«Los 55 dólares por barril serían razonables. Ese precio que la producción sea efectiva en cuanto a costes y beneficios para los países de la OPEP, además de generar un ingreso satisfactorio, también evitará a los rivales (de la OPEP) elevar sus niveles de producción», indicó Zangeneh en declaraciones recogidas por la agencia iraní Shana.
Por su parte, el titular del Petróleo argelino, Noureddine Boutarfa, se reunirá el próximo viernes en París con su homólogo saudí y Barkindo para debatir la propuesta argelina de buscar precios del orden de 50-60 dólares por barril.
EN CONTEXTO
Los países de la OPEP planean celebrar una serie de consultas informales al margen del XV Foro Internacional de la Energía que se realizará del 26 al 28 de septiembre en Argelia.
De acuerdo con las previsiones de los expertos, la OPEP aprovechará esta oportunidad para retomar negociaciones con productores que no forman parte del cártel acerca del congelamiento de la extracción del crudo.
Los países exportadores llevan meses tratando de contener el desplome de los precios del petróleo, que para el miércoles 6 de septiembre se ubicaba en 45 dólares pero llegó a cotizarse a 25 dólares hace pocos meses.
Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP y enemigo regional de Irán, se ha negado a aplicar cualquier congelación en la producción si Teherán no hace lo mismo, por lo que el cártel de productores de crudo aún no ha llegado a ningún acuerdo para ello.