Columna nuestras raíces|José María España (Opinión)

Si bien había nacido en La Guaira en 1761, José María España se había formado en Europa en la lectura de los clásicos, como también con los escritos revolucionarios de la época.

De regreso a Venezuela y ya trabajando en la idea de constituir una República independiente de España, José María se vinculará estrechamente con otro gran republicano, Manuel Gual. Desde La Guaira, ambos revolucionarios intentarán conformar una organización político-militar dispuesta a expulsar el poder español.

La llegada de un grupo de presos provenientes de la península que habían conspirado contra la corona, llamó la atención a los revolucionarios criollos, que se vieron identificados inmediatamente con esos los prisioneros, entre quienes se encontraba Juan Bautista Picornell, José Lax y Manuel Cortés Campomanes.

José María, junto a sus compañeros, logró que estos presos se fugaran hacia la isla de Guadalupe, desde donde colaboraron con los conspiradores de Tierra Firme de diferentes maneras, entre otras, traduciendo al español y publicando la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Descubierto el intento de insurrección, los revolucionarios fueron perseguidos por las fuerzas colonialistas. Gual y España pudieron huir a Curazao y de allí a Trinidad, pero al poco tiempo José María decide regresar clandestinamente a La Guaira para continuar la lucha.

Por la traición de uno de los suyos, fue juzgado y condenado a muerte. Cuando fue apresado estaba organizando una sublevación de esclavos negros de su propia hacienda en Naiguatá. En la actual Plaza Bolívar de Caracas sufrió el suplicio el 8 de mayo de 1799. Fue ahorcado y su cuerpo descuartizado. Dicen que en el cadalso pronunció la siguiente frase: «No pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas”.

España fue un cabal revolucionario, intentó sublevarse al poder colonial, en el entendimiento que para alcanzar la República y la independencia era necesario el protagonismo de los sectores populares. En el programa que levantaban los insurrectos guairenses se visualizaba claramente las medidas a tomar en beneficio de los más humildes, entre ellas la supresión de la esclavitud.

T/ Fernando Bossi
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