Por Oliver Reina|De la OEA al oh, eh, ah (Opinión)

Ya son varias las semanas en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha permanecido en el foco de atención de Venezuela, en medio de una diatriba que se mueve entre quienes abogan por el diálogo como condición inexorable para alcanzar la paz y quienes anhelan acciones de injerencismo político, económico o de cualquier otra índole sobre el suelo patrio. Muy movida ha estado la diplomática de propios y ajenos que han tomado posición e insisten en su intento por imponer sus perspectivas -y más allá en el caso de algunos, sus deseos- en la OEA.

El espacio de debate sigue siendo estrictamente diplomático y mesurado lo que se traduce en que los avances o retrocesos en los debates se han sucedido con la misma parsimonia, lo cual ha contrastado con la expectativa mediática que se ha creado sobre los debates y sus pretendidos alcances.

Sin embargo, visto dicotómicamente como un triunfo del diálogo o del injerencismo, ha sido el primero el que se ha impuesto en todo momento.

Las sucesivas votaciones en el Consejo Permanente de la Organización han demostrado hasta la fecha una posición hemisférica favorable a la solución a los conflictos venezolanos de carácter pacífica y autodeterminada, lo cual es sin duda alguna un triunfo de Venezuela, de su soberanía y mas ampliamente, de la paz como principio rector de quienes ante todo, abogamos por el diálogo como posición de vida.

El episodio mas reciente de debate se dio en la sesión del Consejo Permanente del pasado jueves 23 de junio, cuando el presidente de la Asamblea Nacional (AN) Henry Ramos Allup había anunciado que asistiría “por invitación” del secretario general Luis Almagro a promover la aplicación de la Carta Democrática y por tanto, a promover el injerencismo contra su propio país (¡oh!). Por mas de una semana estuvo presumiendo a través de textos y redes sociales de esa supuesta invitación a participar en la Sesión y de su “ruta libertaria” camino a Washington (¡eh!), pero llegó el día y fue apenas un televidente mas de la misma, al igual que quien esto escribe y probablemente de quien esto lee. Solo atinó -o desatinó- a decir luego que no entró a la Sesión “…para no entorpecer la decisión que tambaleó al régimen” (¿ah?). “Perro que ladra no muerde”, dice el refranero popular.

Parece que seguirá el debate y esperamos que siga privando también el buen juicio, la primacía del debate, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y el triunfo indiscutible de la paz. Quienes amamos a la Patria no podemos sino abogar por ello siempre y en todo lugar.

@oliv22

Como necio dice lo que no sabe ,preso es lo que tiene que estar por delincuente que traerian de ese viaje a lo mejor dolares para las guarimbas