Padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, cuya desaparición forzada ocurrió en septiembre de 2014, se movilizaron este lunes hasta Nochixtlán, en Oaxaca, para mostrar su apoyo a los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y a su lucha en contra de la Reforma Educativa.
El corresponsal de teleSUR, Eduardo Martínez, informó que con esta actividad también manifiestan su solidaridad ante la represión de la que fueron víctimas los maestros el pasado domingo y que dejó más de 10 fallecidos.
Martínez agregó que este lunes decidieron reforzar todas las movilizaciones para acompañar a la comisión que presentará, esta tarde en Ciudad de México, un pliego de peticiones a la Secretaría de Gobernación (Segob).
«En el país no debe haber ninguna lucha aislada», han dicho los padres de los normalistas citados por el enviado especial.
Este lunes los dirigentes de la CNTE llevarán a la mesa de conversaciones con la Secretaría de Gobernación un pliego de nueve peticiones para obtener respuestas por parte del Gobierno.
El dirigente magisterial, Enrique Enríquez Ibarra, indicó que esperan que el Gobierno mexicano asuma los diálogos con “sensibilidad política” respecto a la derogación de la reforma educativa, la construcción de un nuevo modelo educativo y la reparación de los daños causados por la represión policial en Nochixtlán, Oaxaca.
El fin de semana se intensificaron en distintos puntos del país las manifestaciones en apoyo a la CNTE y a sus peticiones.
EN CONTEXTO
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene unos 200 mil afiliados en México, 80 mil de ellos en Oaxaca, y es uno de los gremios latinoamericanos que durante años ha mantenido su lucha por mejores reivindicaciones y beneficios sociales.
Organizaciones sociales, académicos e intelectuales de México y otros 14 países instaron al Gobierno de Enrique Peña Nieto a no reprimir más las manifestaciones del sindicato magisterial y que, en lugar de ello, se siente con el grupo que exige «justas demandas» y busque soluciones apropiadas.
Bajo la premisa de «elevar la calidad educativa del país», la reforma educativa de 2013 impulsada por Peña Nieto plantea la evaluación obligatoria para que los maestros puedan ingresar y mantenerse dentro del sistema educativo, así como también para poder acceder a mejores sueldos y para poder aspirar a mejores cargos. Los docentes quieren, entre otras cosas, derogar esta disposición que ha causados miles de despidos injustos.