El presidente Rafael Correa advirtió que la derecha local e internacional ha articulado una estrategia de poder que incluye el llamado golpe blando, para intentar derrocar a los gobiernos progresistas en Ecuador y América Latina.
«Es lo que yo he llamado la restauración conservadora», explicó el mandatario en el informe semanal de labores que cada sábado rinde a la ciudadanía a través de la radio y la televisión locales.
De acuerdo con Correa, Ecuador es uno de los principales objetivos de esa estrategia de la derecha política, debido al éxito de la Revolución Ciudadana, como se conoce al proceso de transformaciones sociales que impulsa su gobierno desde enero de 2007.
Al respecto, alertó que una de las tácticas utilizada por esos grupos es calentar las calles, generar violencia, y luego victimizarse, para intentar desestabilizar al gobierno, tal como hicieron en Venezuela, e intentaron hacer en Quito, donde la semana pasada opositores y estudiantes provocaron disturbios y se enfrentaron con la Policía.
«El libreto está claro, esto no es una casualidad, es lo mismo que han hecho con la Revolución Bolivariana (de Venezuela), a la que no pueden derrotar ni derrotarán», recalcó.
Tras señalar que esa estrategia de la restauración conservadora se conoce como golpe blando, Correa llamó a la ciudadanía a no dejarse engañar, «y a estar más unidos, más movilizados, y más esperanzados que nunca».
El mandatario, quien según encuestas recientes cuenta con el respaldo de más del 70 por ciento de la población, instó también a sus seguidores a formar comités de defensa de la Revolución Ciudadana en cada barrio y calle del país.
«Hay nuevas formas de boicotear a los gobiernos, existe la restauración conservadora, y debemos estar preparados», alertó Correa, quien puso como ejemplo de esos planes desestabilizadores una reunión de empresarios realizada recientemente en la ciudad portuaria de Guayaquil, considerada un bastión de la derecha local.
Según el jefe de Estado, no es casual que desde ese foro empresarial se dijera el país está quebrado, porque lo que se busca, dijo, es repetir una mentira hasta convertirla en realidad.
«Estas movilizaciones van a seguir, para dar la impresión de que todo está mal en el país», advirtió.