Activistas estadounidenses anunciaron este martes la proclamación del 28 de agosto como el Día Nacional de Lucha por las Familias.
Según fuentes de ese entorno esa medida presionará para que el presidente Barack Obama sea «audaz y generoso» con los alivios para indocumentados el mes próximo.
Miembros del Movimiento para una Inmigración Justa (FIRM) explicaron que la ocasión permitirá recordarle a Obama que tiene una deuda con la comunidad inmigrante, luego que anunciara que acudirá a sus poderes presidenciales para dictar medidas ante la falta de acción del Congreso.
“Él nos hizo una promesa en 2008 y ya estamos en 2014 y aún no la ha cumplido, no estoy segura de que quiera que parte de su legado sea un historial de más de dos millones de deportaciones”, precisó Kica Matos, activista de FIRM.
Antes de tomar vacaciones hasta el 24 de agosto, el presidente dijo que estudiaría y tal vez anunciaría en las próximas semanas una serie de medidas de alivio migratorio para los indocumentados, incluyendo la posible ampliación del programa de «acción diferida» (DACA) para los padres de los «Dreamers».
Los activistas tomarán las calles porque quieren que la acción administrativa de Obama sea grande, generosa, inclusiva y audaz, precisó Gustavo Andrade, del grupo CASA de Maryland.
Según los promotores del Día Nacional de Lucha por la Familia, alrededor de dos mil personas participarán en la actividad que incluirá una marcha desde la sede del Departamento de Seguridad Nacional hasta la Casa Blanca, donde habrá un acto de desobediencia civil.
FIRM realizó una treintena de actos en varias ciudades del país para favorecer acciones encaminadas a destrabar la reforma de las leyes migratorias y presionar a la Casa Blanca para que avance medidas, pese a las amenazas de los republicanos en el Congreso de demandar a Obama en las cortes del país.