Este miércoles, el primer mandatario de Cuba, Raúl Castro, destacó la capacidad de resistencia y lucha de hombres y mujeres que contribuyeron en la emancipación de la nación con el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
“Rendimos hoy merecido tributo a quienes entregaron sus vidas en montañas, campos y ciudades, combatientes del ejército rebelde y luchadores clandestinos aquellos que cayeron en otras honrosas misiones y a los que contribuyeron en la construcción del socialismo”, destacó en los actos conmemorativos del 55º aniversario de la Revolución Cubana.
Desde el parque Carlos Manuel de Céspedes de Santiago de Cuba, donde participan representantes del Gobierno, jóvenes, estudiantes, dirigentes revolucionarios, cancilleres y el pueblo cubano, Castro rememoró aquella gesta heroica dirigida por el comandante Fidel Castro, con la cual el Ejército Rebelde se adentró la madrugada de ese primer día del año al oriente de la isla, mientras que los comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto “Che” Guevara tomaban los cuarteles de Yaguajay y Santa Clara, y fijaban rumbo hacia La Habana para hacerse del Campamento de Columbia y la fortaleza de La Cabaña.
El hecho que significó una nueva etapa para Cuba y América Latina, fue el nacimiento de un nuevo modelo social, político y económico denominado socialismo. A 55 años de aquella Revolución, la isla caribeña es hoy en día “referencia internacional” por sus logros en materia de educación y salud.
“Una revolución que cumple 55 años de trabajo por y para el pueblo, alfabetizando primero y preparando maestros y profesores , construyendo escuelas generales y especiales para todos los niños, universidades, edificando policlínicas y hospitales, preparando médicos para Cuba y el mundo, una Revolución que nos han llevado alcanzar índices de educación y salud que hoy son referencia internacional”, enfatizó Raúl Castro durante una trasmisión en vivo por el canal Telesur.
El presidente cubano recordó los numerosos planes de desestabilización perpetrados por el imperio para detener el proceso revolucionario de la isla, además de los más de 600 planes de atentados en contra del Comandante Fidel Castro y «el asesinato de alfabetizadores, campesinos, educadores y diplomáticos, que dejó un saldo de 3.478 muertos y 2.099 incapacitados».
«Han sido 55 años de incesante lucha frente a los designios de 11 administraciones norteamericanas que con mayor y menor hostilidad no han cesado en el propósito de restaurar el dominio imperial sobre la patria», precisó.
Expresó también que antes de la revolución, Cuba era famosa por ser un “paraíso para el juego, la prostitución y destino preferido de sucias inversiones”, pero se transformó en símbolo de dignidad, independencia y humanismo.