Una propuesta patriótica para salir del laberinto es el objetivo de la Agenda Alternativa Bolivariana, de julio de 1996, la cual se constituyó en una de las bases para avanzar hacia el Proyecto Nacional, que construye utopías concretas de esperanzas de justicia, igualdad y libertad y desde el año 2005 tiene como horizonte el socialismo.
Si seguimos el camino rastrero, instintivo de la serpiente nos quedaremos en el laberinto, sin salir del mismo. Es necesario mirar lejos y tener la referencia estratégica del socialismo.
El corto plazo, caracterizado por especulación cambiaria, inflación, escasez, bachaqueo al por mayor y al por menor, solo será superado con la profundización del socialismo, que se traduce en tener confianza en el pueblo, que como genio se salió de la botella, para no regresar.
Ello significa, en primer lugar, una congelación absoluta de los precios de todos los bienes y servicios (insumos, materias primas, bienes intermedios finales), al que tenían en diciembre de 2014, cuando se acumuló una inflación del 68,5%, con una supervisión masiva de la población, para abatir la aceleración de la inflación inercial, fortalecer y diversificar la red de distribución pública a precios justos, en la Administración Pública darle poder a los trabajadores en la toma de decisiones.
Abrir las compuertas para el control obrero de las empresas públicas, tomando como referencia el Plan Guayana Socialista, darle paso a las constituyentes municipales y fortalecer así el poder y el sistema económico comunal.
Pero, sobre todo, tener continuidad en las políticas, para asegurar el rumbo al socialismo, como parte de las coyunturas político-electorales y abatir el metabolismo social del capital.