Las finanzas de la candidata presidencial conservadora peruana Keiko Fujimori y su esposo estadounidense se mantienen hoy en el centro de la actualidad política peruana, con nuevas revelaciones que cuestionan su transparencia.
Legisladores de Fuerza Popular, su partido, alegan que las denuncias en torno al tema son una maniobra del gobierno para echar abajo el primer lugar de Fujimori en las encuestas preelectorales.
Sin embargo, los cuestionamientos se intensifican, junto a recordatorios de eventuales beneficios recibidos del gobierno de su padre, Alberto Fujimori (1990-2000), preso por crímenes de lesa humanidad y al menos siete casos de corrupción de los que se declaró culpable.
El diario La República inició las revelaciones, al publicar que el norteamericano Mark Vito Villanella, esposo de Keiko, no registra ingresos ni movimientos bancarios y tiene inscrita solo una empresa inmobiliaria pero con domicilio que no corresponde.
Villanella, a través de un abogado, negó las afirmaciones, secundado por los seguidores de Keiko, cuyas acusaciones al gobierno fueron negadas por el primer ministro, Pedro Cateriano, quien pidió no politizar las denuncias, como suelen hacer los políticos, sino esclarecerlas ante las instancias legales pertinentes.
Fuerza Popular sostiene que Keiko Fujimori vive de un salario que le asigna su organización, por un monto que una televisora consideró insuficiente para el alto nivel de vida y los viajes al exterior que suele realizar la candidata.
La estación Canal N recordó que sigue sin conocerse el destino de unos seis mil millones de dólares, la mayor parte del dinero recibido por el gobierno de Fujimori por la venta de empresas estatales, aunque no señaló que la aspirante presidencial sea beneficiaria de esa fortuna. La República reveló que en 2011, tras culminar una gestión de cinco años como parlamentaria, Keiko Fujimori presentó a las autoridades tributarias una declaración en la que registra un incremento de su patrimonio hasta casi el doble en apenas un año, hasta totalizar aproximadamente 400 mil dólares.
El periódico recuerda que una investigación parlamentaria determinó tras el fin del gobierno de Alberto Fujimori, que Keiko y su hermana Sachi depositaron en cuentas bancarias más de 247 mil dólares, suma que, afirma el rotativo, sería la base de la fortuna actual de la candidata, que según anotan sus críticos, nunca ha trabajado.
Otro tema que motiva recurrentes señalamientos a la candidata es el de los gastos de su educación universitaria y la de sus tres hermanos en Estados Unidos, sobre la que ha dado explicaciones contradictorias.
Inicialmente, dijo que su padre le daba dinero en efectivo que llevaba consigo al país del norte para pagar las universidades, pero luego afirmó que esos gastos fueron costeados con el producto de una venta de la casa de sus padres, aunque esta se vendió después que los hijos terminaron sus estudios.
Por otra parte, el diario Uno recuerda que una investigación tras la caída de Fujimori determinó que Keiko, quien era primera dama por el divorcio de sus padres, tenía responsabilidad por el mal manejo de donaciones extranjeras que gestionó y recibió.