Columna globoaterrada de Emilio Hernández|Sistemas de razonamiento (Opinión)

La oposición venezolana, en particular el grupito de sus líderes más conspicuos, denuncia un sistema de racionamiento a la vez que necesita con urgencia un sistema de razonamiento.

Se delatan en sus contradicciones cada dos por tres. Primero, aseguran que hay escasez. Si fuera cierto, entonces lo que deberían demandar es un sistema de racionamiento. Luego denuncian que se implementa un sistema de racionamiento. Presumiblemente, no hace falta porque no hay escasez. ¿En qué quedamos, amiguitos?

Lo que no dicen, quizás porque ni se han dado cuenta, es que el capitalismo tiene férreos métodos para limitar el consumo.

El dogma neoliberal propugna la desregulación del mercado, lo que incluye liberación de precios. Para ellos, el alza de precios no se pueda llamar especulación.

La liberación de precios se confabula con la estrategia de pagar sueldos miserables a los trabajadores, también permitido por las reglas del libre mercado.

El resultado es de nítida redondez neoliberal.

Primero, los supermercados están abarrotados de productos que los pobres no pueden comprar por su alto precio. Esto da la sensación ficticia de tener una alta producción.

Segundo, los productos que escasean solo están al alcance de las clases pudientes, quienes con total libertad y complacencia se bajan de la mula para comprarlos.

Tercero, los medios de comunicación acallan las protestas de quienes no pueden adquirir los productos básicos, así nadie se da cuenta de la escasez, camuflada en la inaccesibilidad de los productos por su alto precio.

El resultado es que, en el sistema capitalista, el salario es un sistema de racionamiento. Basta con que suban los precios para que la mayoría no pueda comprar lo que quiere, lo que se traduce en racionamiento.

El sistema biométrico para evitar las compras excesivas de algunos productos de la cesta básica no es un sistema de racionamiento mayor que el que determina el sueldo mismo. Y si lo fuera, es infinitamente más democrático.

Por eso la derecha no da pie con bola, argumentalmente hablando. Lo dicho: les falta un buen sistema de razonamiento.

emiliofhg@gmail.com