El portavoz de la operación punitiva contra la población del sureste rebelde (Donbáss) Andrei Lisenko, aseguró hoy que Ucrania mantendrá armas pesadas en la línea de separación establecida en los acuerdos de Minsk.
Contrario a lo que establece la hoja de ruta pactada el 12 de febrero tras 12 horas de reuniones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en la capital belarusa, el vocero negó la intención de llevar hacia la retaguardia los medios artilleros.
Hemos realizado cuatro etapas de repliegue de armamento pesado bajo la supervisión de representantes de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), y esperamos que los enemigos hagan lo mismo, dijo Lisenko.
El representante de las Fuerzas Armadas ucranianas trató de justificar su punto de vista con el argumento de que por el momento Kiev no ha recibido ninguna confirmación de que los milicianos cumplieron sus compromisos para esta fase.
Lisenko reiteró que para tomar una decisión deben tener pruebas de que los rebeldes ya replegaron por completo su técnica pesada de combate.
Hoy, el representante en las negociaciones de la insurgente República Popular de Lugansk (RPL), Vladislav Deinego, recordó que ese territorio concluyó el 4 de marzo ese proceso con vista al inicio de un diálogo.
Según lo que sé, la República Popular de Donetsk (RPD) también finalizó el repliegue, sostuvo el negociador en una rueda de prensa en el Centro de Información de Lugansk, en la cual se refirió a la confirmación de ese proceso por la OSCE.
Por su parte, el subcomandante de las milicias en la proclamada RPD, Eduard Basurin, denunció hoy que al menos nueve civiles fallecieron y seis resultaron heridos en bombardeos contra el Donbás de las tropas al servicio de Kiev.
Fueron esas las pérdidas más lamentables de los ataques con medios artilleros contra Yunokommunarsk y Enákiyevo durante las últimas 24 horas, advirtió al cifrar en 22 las andanadas.
Basurin deploró también que los gobernantes de Kiev estén concentrando fuerzas cerca de la línea de separación.
Mencionó como una prueba de la falta de voluntad pacificadora de Ucrania que en las últimas 72 horas el Ejército impidió a cuatro grupos de observadores de la OSCE el acceso a su territorio.
Los militares ucranianos, del otro lado, dijeron que los rebeldes violaron la tregua en el Donbás en 16 ocasiones durante la noche pasada y atacaron sus posiciones con «morteros y lanzagranadas».