En Venezuela los medios, en especial las empresas privadas de televisión, sorprendieron al mundo cuando irrumpieron como artífices del golpe de Estado y secuestro del presidente Hugo Chávez en abril de 2002.
Esos hechos dejaron al descubierto la debilidad del Gobierno ante el poder de los medios privados y la subutilización –deficiencias- de los medios públicos.
Había nacido en Venezuela la “videopolítica” que no es otra cosa que exhibición pública de la vocación de poder (combinación de mediaciones audiovisuales con actos de fuerzas) de la oligarquía dueña de medios.
La hegemonía mediática golpista se imponía a la realidad y mostraban nuevamente sus músculos con el sabotaje petrolero (diciembre-2002/enero-2003) y el referéndum de agosto de 2004 que intentó revocar al presidente Hugo Chávez.
A pesar de las derrotas, la “videopolítica” sigue intacta, destruyendo los esfuerzos por construir una sociedad solidaria, la identidad de nuestro pueblo y el imaginario anticapitalista.
Hoy los empresarios de la mediática, los gremios económicos (parásitos del dólar) con el apoyo de las transnacionales, mantienen una guerra económica y de infamia contra Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Creemos que no es suprimiéndole el espíritu de rebeldía a los medios públicos como se combate a la “videopolítica” y su hegemonía; es desarmando a la oligarquía mediática y potenciando la lucha contrahegemonía.
Nuestros medios deben educar, formar, reflexionar críticamente, coadyuvar a la transformación social y a la construcción de la democracia socialista y su imaginario.
Esta pendiente el debate para la construcción de un mapa estratégico de los medios en Revolución.