PomPeo

Por: Roberto Malaver

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¡Se armó la de Dios es Cristo! Tenemos una pena del carajo con el compañero PomPeo. Porque aquí no hay ni Coordinadora Democrática, ni Mesa de la Unidad Democrática, ni Frente Amplio, que lo apoye. No hay un carajo. Y ya estuvo en Brasil y dijo que estaba dispuesto a ayudarnos. Ahora va rumbo a Colombia y Uribe-Duque lo recibió dándole las gracias porque hace 200 años vinieron a luchar a nuestro lado y ahora volvían. Ese pelón de bola histórico a Duque-Uribe se lo están cobrando por todas partes, menos por una que lo une a la inteligencia. En fin, que tenemos una pena penita pena, porque PomPeo anda como loco por salir de la dictadura que nos deja hacer y decir de todo, y nosotros no tenemos cómo ayudarlo, porque ni siquiera sabemos dónde estamos ni por dónde andamos y mucho menos a quién carajo hacerle caso, porque ahora sí es verdad que, como decía el dictador anterior, nos convertimos en polvo cósmico. Y PomPeo da lástima, porque llega denunciando a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, como que eso siguiera siendo su patio trasero, su corral, o su conuco, y sucede que ahora la vaina no es así, porque esos pueblos no son lo que eran cuando gobernábamos nosotros que nos queremos tanto.

Así que PomPeo cuenta con Bolsonaro y Duque-Uribe y el grupo de Lima, y la Unión Europea, pero con la gente de la oposición de aquí no hay nada, sino odio que repartir por todos lados, porque no nos podemos ver los unos a los otros. Además, uno de nuestros líderes, al que le fue muy mal el año pasado, fue a Espoleta Allup, porque los motores se le fundieron y tiene tiempo que no declara. Y el nuevo presidente de la Asamblea en Desacato se ríe cuando le dicen que va a ser presidente de la transición, porque claro, no sabe de qué carajo le están hablando. Y uno imagina que PomPeo estará en Bogotá hablando con Julio –Matemático.- Borges, quien ahora aparece en una lista como multimillonario, porque aquí no tiene con quién tomarse un café. Y mientras tanto Ledezma está pendiente en Villa Salamanca de las nuevas sanciones que va a pedir, porque no se conforma con las que nos han impuesto. En fin, que PomPeo quiere echarle bola a la vaina, pero aquí no tiene a quién llamar, porque no estamos donde tenemos que estar.

Lo que si es cierto es que tanto Bolsonaro como Trump son los presidentes más sinceros que hemos visto, porque carajo, antes las vainas se pensaban y se hacían sin que lo sepa mucha gente, pero ahora las vainas que se piensan se dicen, y sí Bolsonaro y Trump, dicen que son racistas y homofóbicos, les importa un carajo la opinión de los demás, porque aquí mando yo.

El papá de Margot no sabe qué hacer. Da vueltas en la sala y habla solo: «Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Me has dejado en manos de estos desalmados. De estos mal paridos que no tienen patria, ni país, ni pueblo». Y así, mientras hablaba, pasó cerca de la puerta del cuarto y la abrió, se metió adentro y le metió aquel carajazo tan duro, que otra vez el vecino volvió a gritar: «Temblor. Temblor. Temblor».