“Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana, vacilar es perdernos”: Simón Bolívar

«A 209 años del discurso histórico de nuestro Padre Bolívar ante la Sociedad Patriótica, recordamos aquellas palabras llenas de fuego sagrado, que expresaron y recogieron la férrea voluntad de un pueblo dispuesto a liberarse para siempre de las cadenas opresoras del colonialismo», recordó este viernes el presidente de la República Boivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

La Sociedad Patriótica fue al principio un organismo creado con fines económicos por la junta Suprema la cual se transformó en un verdadero partido político dirigido por Miranda.

Estuvo formada por jóvenes como Simón Bolívar, y luego se convirtió en un grupo revolucionario.

Las personas que constituyeron la Sociedad Patriótica formaron la élite intelectual criolla, que desempeñó un papel importante en el desarrollo de nuestro movimiento independentista.

Es preciso destacar, que está sociedad surge a partir de los sucesos  19 de Abril de 1810 en la Plaza Mayor, hoy la PlazaBolívar, se constituye en una fecha clave donde se forma una Junta Suprema nombrada por la aristocracia caraqueña, dispuesta a pedir la renuncia del Capitán General Vicente Emparan, a quien se consideraba como partidario de las nuevas autoridades nombradas en España, la cual había sido invadida por las tropas francesas de Napoleón Bonaparte.

El Capitán General Vicente Emparan renuncia y entrega el poder el 19 de abril de 1810, y poder queda en manos de la aristocracia caraqueña quienes se conformaron en una Junta nombrada por el ayuntamiento.

Los sucesos del 19 de abril provocaron en Caracas reacciones de fiesta y alegría, ya que muchos caraqueños pensaban que se había conquistado la libertad y la independencia. Simón Bolívar, por el contrario, estaba consciente que aún faltaba mucho camino que recorrer para alcanzar la independencia, sin embargo, consideró a la Junta Suprema como un espacio político necesario para seguir avanzando en la planificación de la independencia total.

Bolívar participa en una comisión que viaja a Londres con la finalidad de conseguir apoyo de Inglaterra para disuadir posibles acciones de Francia o España. Bolívar es recibido por el Canciller inglés Lord Wellesley,  quien valora el entusiasmo y patriotismo de Bolívar, pero al final no se consigue el apoyo esperado.

No obstante, esta gesta no resultó totalmente infructuosa, debido a que se internacionalizó la causa patriota por una parte y por la otra Bolívar logró encontrarse con Miranda quien residía en esa época en Londres.

Desde la constitución de la Junta Suprema de Caracas hasta los días previos al 5 de Julio de 1811, transcurre un año entre viajes, cartas y diálogos. Por una parte los patriotas habían depuesto a las autoridades de la Corona Española, pero por la otra, Venezuela aún no era independiente, razón por la cual Simón Bolívar quería precipitar las acciones para lograr la soberanía y la independencia. Una de las acciones de Bolívar consistió en difundir las ideas de libertad de personajes influyentes del pensamiento universal, lo cual tuvo su efecto ya que a pocos meses se fundó en Caracas la Sociedad Patriótica, la cual se convirtió en un foco conspirador.

En la redacción del documento se avanzó y se propuso entre otras cosas la abolición de la esclavitud y la libre determinación de la naciente nación, estos elementos no cayeron muy bien entre la aristocracía criolla que si bien apoyaban la gesta independentista no le gustaba el hecho de que se hiciera ley la abolición de la esclavitud.

Esta actitud molesto a Bolívar, pero el comprendió que era preferible entender sus pretensiones para no frenar el ritmo de la gesta independentista. Algunos miembros congresantes diputados se mantenían dudosos de avanzar y preferían más bien esperar por la política española y exigían calma y sensatez. Fue cuando entonces Bolívar irrumpió con un violento y encendido discurso:

«No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido.

¿Y qué dicen? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resultados a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de calma ¿no basta?. La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos».

T/CO
F/@NicolasMaduro