Ante las contradicciones en las recientes declaraciones de altos funcionarios estadounidenses, el embajador de Venezuela en los Estados Unidos Bernardo Álvarez, expresó su preocupación al señalar que existe una creciente batalla dentro del gobierno Norteamericano donde intentan politizar a sus organismos de inteligencia para acusar falsamente a Venezuela de tener vínculos con el terrorismo.
Álvarez hizo referencia de varias intervenciones públicas hechas por altos funcionarios estadounidenses quienes en su discurso marcan cierta postura con relación a Venezuela y luego declaran lo contrario.»En el pasado hemos visto cómo la inteligencia ha sido utilizada con fines políticos y sabemos cuan severas pueden ser las consecuencias de esto», señaló el embajador.
En una intervención ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, afirmó ante los cuestionamientos persistentes del congresista republicano por el estado de Florida, Connie Mack, que pudiesen existir vínculos entre Venezuela y las FARC, pero no presentó evidencia alguna que fundamente tal acusación.
Pero el 11 de marzo, un día después, en una intervención ante el Comité de Servicios Armados del Senado, el comandante del Comando Sur de Estados Unidos, general Douglas Fraser, declaró lo contrario al ser consultado por el senador por el estado de Arizona, John McCain. «No hemos visto ninguna conexión específica que pueda verificar que exista un nexo directo entre el gobierno y los terroristas», respondió Fraser refiriéndose al cuestionamiento de supuestos vínculos entre el gobierno venezolano con las FARC y la ETA.
Por otra parte, el 11 de marzo la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Estados Unidos publicó una nota de prensa sobre las declaraciones del general estadounidense, en la que el embajador Álvarez resalta que «nos contenta que al menos un funcionario estadounidense fuese lo suficientemente honesto como para admitir la verdad y dejar de lado cualquier mito sobre los supuestos vínculos de Venezuela con grupos terroristas».
De igual manera, ese mismo día, en una entrevista con la Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas, el general Fraser no ofreció declaraciones sobre vínculo alguno de Venezuela con grupos terroristas y específicamente negó las conexiones directas entre organizaciones terroristas internacionales y países de América Latina. «No veo evidencia alguna de actividades terroristas en América Latina o el Caribe desde afuera de la región», aseguró Fraser.
LAS PRESIONES
Sin embargo, el 12 de marzo, el general estadounidense publicó un artículo en el blog del Comando Sur en el cual parece negar sus propias declaraciones del día anterior y toma la posición contraria con respecto a los supuestos vínculos de la nación venezolana con grupos terroristas. «El subsecretario Valenzuela y yo hablamos esta mañana sobre los nexos entre el gobierno de Venezuela y las FARC. No hay ninguna contradicción entre nuestras posiciones y estamos absolutamente de acuerdo: ciertamente hay evidencia clara, históricamente documentada y actual de los vínculos entre el gobierno de Venezuela y las FARC», escribió el General.
Ante las presiones por los evidentes cambios del discurso del General en un tiempo tan breve, el Embajador venezolano en Estados Unidos expresa que cabe preguntar:
«¿Cómo puede alegar el general Fraser que no existen contradicciones entre lo que dijo un día y sus declaraciones totalmente opuestas del día siguiente? Hay muchas contradicciones allí, «¿De dónde viene la presión para que cambie sus opiniones tan repentinamente?».
Agregado a esto, seis días después el 18 de marzo en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados, Fraser de forma dudosa repitió su acusación sobre la existencia de los vínculos entre Venezuela y las FARC, citando un polémico documento cuestionado y carente de argumentos verificables que no representa una prueba seria u objetiva ya que supuestamente fue obtenido del líder de las FARC durante la incursión por parte de fuerzas colombianas en un campamento en Ecuador.
Álvarez alertó diciendo: «No es un secreto que algunos en Estados Unidos nos ven como una amenaza a la seguridad nacional de este país y harán todo lo necesario para crear una agenda en contra de Venezuela (…) En el pasado estas acusaciones espurias en contra de nuestro país llevaron al golpe de 2002, en el cual un Presidente democráticamente electo fue brevemente derrocado con la aprobación de Estados Unidos.»
En cuanto a las contradicciones del comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, el embajador Álvarez finalizó destacando «queda claro que los funcionarios dentro del gobierno están perplejos con respecto a qué hacer con Venezuela. A pesar de que el «diálogo» era la palabra del día cuando empezó el gobierno de Obama, parece que los derechistas de línea dura han secuestrado la política de Estados Unidos y están tratando desesperadamente de hacer de Venezuela la gran amenaza de este país, incluso cuando no existen evidencias que prueben tal acusación».