La inestabilidad en el precio internacional del café incide en las exportaciones colombianas del grano, ya que la incertidumbre es mayor y las decisiones que se tomen pueden implicar un alto riesgo, opinaron especialistas en el tema.
En declaraciones a periodistas que atienden el sector, el presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café, Carlos Gaitán, afirmó que la volatilidad en los precios, en el mercado europeo, trae aparejada dudas e inquietudes sobre el cumplimiento de las metas y el éxito de las transacciones.
Al ahondar en el fenómeno, explicó que la falta de decisión por parte de autoridades monetarias y las luchas internas entre países generan gran nerviosismo en el mercado financiero e inducen a los inversionistas a emigrar hacia activos más seguros, lo cual ejerce un impacto directo en los precios.
Según Gaitán, ese cambio de tendencia es normal y de ello viven los mercados. Cuando son muy fuertes, precisó, ponen de manifiesto que aún no se ha logrado una coincidencia de hacia dónde se dirigen.
En cuanto al nuevo año cafetero colombiano, iniciado el 1 de octubre último, aseguró que las expectativas son mejores en relación con los dos anteriores, que calificó de muy difíciles en lo concerniente a la producción.
De acuerdo con las informaciones de la Federación Nacional de Cafeteros, agregó, se prevé la entrada en producción de buena parte de las áreas renovadas.
Pese al contexto actual, se espera que la producción del grano oscile entre los 8,5 y los nueve millones de sacos, lo que constituiría una recuperación importante, si bien lejos de los niveles históricos que rondaban los doce millones de sacos, particularizó Gaitán.
Respecto a la sequía pronosticada por el impacto del fenómeno climático El Niño, estimó que puede incidir en algunas zonas del país, de manera importante, y añadió que el incremento de la temperatura puede agravar los daños de la broca -plaga que ataca los frutos verdes y maduros-, en detrimento de la calidad y el monto de la producción.