Acuciados por las deudas, la violación de sus derechos y la indolencia de las autoridades, 120 agricultores del occidental estado indio de Maharashtra se suicidaron solo en noviembre, indicó este lunes un activista social.
Se trata de una cifra récord para un mes pero pudiera ser mayor, porque solo incluye a los que se quitaron la vida en las regiones de Marathwada y Vidarbha, dijo a la agencia de noticias Ians Kishore Tiwari, director de una organización no gubernamental defensora de los derechos de los granjeros.
Tiwari apuntó que en medio de una crisis agraria sin precedentes, se están suicidando en el estado cuatro trabajadores por día como promedio, y anunció que este martes enviarán una delegación a Nueva Delhi para imponer de la situación al primer ministro Narendra Modi.
Según los sondeos de la asociación, en lo que va de año los suicidios de agricultores en esos territorios pasan de dos mil 200.
La mayoría de los que han muerto por mano propia son productores de algodón y soja. La sequía ha destruido más de cinco millones de hectáreas de esos y otros cultivos, y tanto las autoridades estaduales como las del gobierno central se están haciendo los de la vista gorda, denunció Tiwari.
Pero el fenómeno no es exclusivo de Maharashtra: sistemáticamente la Comisión Nacional de Derechos Humanos denuncia que también son alarmantes los índices de suicidios entre los agricultores de Bengala Occidental (este), Andhra Pradesh y Kerala (sur).
La crisis agrícola, que ya pasa de una década sin avizorarse señales de solución, ha llevado a miles de campesinos indios a quitarse la vida pese a que el suicidio es una decisión altamente reprobable por el hinduismo, la religión mayoritaria en el país (la profesa el 80,5 por ciento de la población).