La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró hoy que con su sucesor, Sebastián Piñera, quien asumirá el jueves 11, comparten «la determinación de asegurar un fluido traspaso de poderes», en medio de la emergencia que afecta al país por el terremoto del sábado 27 de febrero.
La mandataria saliente hizo la declaración tras una reunión de 90 minutos con su sucesor en el Palacio de La Moneda, sede del gobierno.
El presidente electo, por su parte, anunció la «reformulación de nuestro programa de gobierno para incorporar a nuestras metas la gran tarea de la reconstrucción» tras el terremoto y el tsunami que afectaron a la zona centro-sur del país.
La mandataria aseguró públicamente a Piñera que recibirá «una información detallada y precisa» sobre los efectos del terremoto del sábado.
«Vienen inmensos desafíos de todo tipo que los chilenos tenemos que afrontar unidos», dijo Bachelet, y añadió que las autoridades actuales harán «todo lo que esté a su alcance para facilitar la situación de las nuevas autoridades».