La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, continúa un intenso dialogo con líderes políticos, diputados y senadores de partidos aliados con miras a lograr apoyo para su propuesta de reforma administrativa.
Rousseff, quien pretende presentar esta semana al Congreso un proyecto que incluye reducciones en el número de ministerios, cargos de confianza y asesores, se reunió la víspera con el vicepresidente del país y máximo representantes del Partido del Movimiento Democrático (PMDB), Michel Temer.
La cita se celebró después de que la mandataria sostuviera el encuentro de cada lunes con su equipo de coordinación política y decidiera celebrar una reunión con diputados y senadores de organizaciones aliadas.
Se trata de encuentros para lograr consenso en torno a una nueva configuración del gobierno, con un menor número de organismos y definir la administración de las carteras, destacó un vocero gubernamental.
De acuerdo con datos del equipo económico, la disminución de secretarias y ministerios y de cargos públicos generaría un ahorro de 200 millones de reales (50 millones de dólares).
Además de estos encuentros, la mandataria conversó también la víspera con el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, del PMDB, y con los principales líderes del Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
Estas pláticas se iniciaron la semana pasada, después de que el ejecutivo presentara un amplio plan de recortes, con miras a cubrir el déficit primario del 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto en 2016 y lograr un superávit del 0,7 por ciento por ciento.
La propuesta incluye reducciones importantes en el área administrativa, una postergación de los aumentos de sueldos a empleados, la suspensión de los concursos públicos y la disminución de los beneficios fiscales otorgados al sector exportador y a la industria química, así como cortes en los programas sociales de vivienda y salud.
El gobierno pretende presentar igualmente al Parlamento un proyecto de reinstauración de manera temporal del Impuesto a las Transacciones Financieras (CPMF), del 0,2 por ciento, que garantizará un ingreso de recursos al estado, con menos impacto en la inflación y en la población.
El recorte en la maquinaria administrativa fue discutido el sábado último en una reunión de Rousseff con los titulares de la Casa Civil, Aloizio Mercadante; de Planificación, Nelson Barbosa, y el magistrado de la Contraloría General de la Unión, Valdyr Simao.