El presidente chino, Hu Jintao, visitó las áreas de base urbanas y rurales de Beijing este domingo, víspera de la Fiesta de Primavera, transmitiendo sus saludos a los residentes locales y celebrando con ellos el Año Nuevo Lunar.
Hu llegó a la tradicional calle comercial de Qianmen, al sur de la plaza Tiananmen, agitando las manos en señal de saludo a los transeúntes, quienes, sorprendidos por la llegada del presidente, respondieron con júbilo.
En los viejos tiempos, Qianmen era un concurrido centro comercial, y el gobierno la reconstruyó para los Juegos Olímpicos de 2008 como destino de turismo y compras con las características de Beijing. En la calle se pueden encontrar más de 20 marcas y establecimientos de prestigio internacional, y un tranvía de estilo antiguo.
Hu entró en una tienda de 270 años de antigüedad famosa por la carne de cerdo estofada, elogiando su producto de alta calidad y ampliamente reconocido, y su honradez en hacer negocios. Expresó su esperanza de que la tienda fomente sus magníficas tradiciones para así servir mejor al pueblo.
El presidente inspeccionó luego toda la calle a bordo de un tranvía, instando a los funcionarios de la municipalidad de Beijing a desarrollar la industria de servicios en la ciudad a fin de satisfacer las necesidades materiales y culturales de sus habitantes.
El presidente también visitó una compañía de procesamiento y distribución de alimentos en el distrito suburbano de Shunyi, en el noreste de la ciudad, donde inspeccionó la línea de procesamiento y el laboratorio de supervisión de seguridad alimentaria, urgiendo a la compañía a que lleve a cabo estrictos controles en la materia.