Presidente de Haití reitera promesa de combatir la inseguridad

El presidente de Haití, Jovenel Moise, reiteró su promesa de combatir la creciente inseguridad en su país, responsable de más de un centenar de muertes desde noviembre pasado.

«Los bandidos tienen la opción de entregar sus armas o permanecer en sus escondites para siempre», dijo el mandatario, que desde mediados de abril dictó fuertes medidas para enfrentar la proliferación de bandas armadas en los barrios desfavorecidos del país.

Este fin de semana, la policía ultimó al peligroso pandillero Tije, que operaba en Carrefour-Fueilles, y quien estaba acusado de encabezar una matanza en esa localidad que cobró la vida de unas ocho personas.

Las fuerzas del orden desarrollaron en la víspera un operativo en Petite-RiviÃre de Artibonite, donde estaban refugiados los hombres de la banda de Arnel Joseph y Savien.

Según confirmaron, la operación impidió que estos criminales retomaran el control de la ciudad, y fue recuperado un vehículo registrado al servicio del Estado.

«Crearemos leyes que asustarán a los bandidos para que ni siquiera se atrevan a tocar un arma», expresó el jefe de Estado, y anunció la formulación de nuevas disposiciones en el parlamento que aborden esta materia.

De acuerdo con Moise, los bandidos no tendrán oportunidad de escapar, y pueden elegir entre entregar las armas o permanecer en sus escondites «para siempre».

El tema de la inseguridad tomó grandes proporciones en los últimos meses, y no pocos auguran que puede recrudecerse con las elecciones legislativas previstas para este octubre, además del cese de las fuerzas policiales de Naciones Unidas.

Sin embargo, el director general de la Policía Nacional de Haití, Michel Ange Gédéon, aseguró a la prensa que están preparados para el fin del acompañamiento internacional.

Las controvertidas misiones de la ONU en Haití permanecen desde 2004, con el supuesto objetivo de estabilizar el país, tras el golpe de Estado al expresidente Jean Bertrand Aristide, a pesar de que han recibido numerosas críticas.

T/Prensa Latina
F/Archivo