Para la equilibrada asignación de frecuencia|Presidente de Ecuador otorga su aval a nueva Ley de Comunicación

Rafael Correa criticó las declaraciones del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la Ley de Comunicación ecuatoriana, y llamó a que Washington se preocupe de sus «atentados al derecho internacional interamericano, como es el bloqueo criminal a Cuba»

El mandatario de Ecuador, Rafael Correa, ordenó publicar en el Registro (Diario) Oficial la nueva ley de comunicación, que busca una nueva y más equilibrada asignación de frecuencias, y acotar la participación del sector privado en la materia.

«Pudimos revisar el proyecto de ley enviado por la Asamblea, no hay nada que cambiar. Vamos a ponerle el ejecútese sin ningún veto», aseguró el presidente Correa en su programa radiotelevisado, Enlace Ciudadano, en el que informa sobre su gestión.

Tras el visto bueno, la ley deberá volver al Congreso, donde fue aprobada por amplia mayoría, para su publicación inmediata en el Registro Oficial.

El jefe de Estado abundó que su aval a la norma «es una respuesta a los grandes negocios, a las ONG fantoches y los imperialistas que pretenden mandar en nuestro país». «Con absoluta soberanía va el ejecútese a esta ley histórica», añadió Correa.

La normativa establece una redistribución progresiva de las frecuencias de radio y televisión para conceder 34 por ciento a medios comunitarios, 33 por ciento a medios públicos y 33 por ciento más al sector privado, a través de la asignación de las licencias disponibles y la reversión de aquellas obtenidas ilegalmente o con incumplimiento de normas.

A la fecha, 83 por ciento de las mil 147 frecuencias radiales y 68 por ciento de las 548 emisoras televisivas de señal abierta aparecen bajo la categoría de comercial privada en la estatal Superintendencia de Comunicaciones.

La nueva ley también dispone la creación de un consejo regulador con potestad para sancionar a las empresas que se nieguen a rectificar informaciones bajo el principio de responsabilidad ulterior, con la finalidad de regular la difusión de contenidos violentos, sexuales o discriminatorios.

El presidente ecuatoriano insistió en que Estados Unidos debe entender que “América Latina, digna y soberana, no es patio trasero de nadie”.

Abundó en que la nueva Ley Comunicación concibe la información como servicio público, lo cual no quiere decir que dar el servicio sea solo labor estatal, “significa que tiene connotación social y es el Estado el que debe ofrecer las garantías de calidad,” precisó.

En su programa, el dignatario refrendó su convicción de que la información es un derecho, por lo que resulta muy grave que se maneje como un “big business” (gran negocio); reiteró que los medios, como poder, buscan lucrar y están tratando un derecho, un servicio público vital, como una industria similar a la de armas o la de tabacos.

“La sociedad puede vivir sin tabaco y sin armas, pero no sin información”, aseguró Correa, y por ello la sociedad, los ciudadanos “tienen el derecho y el deber de controlar a esas compañías”, precisó.

Reafirmó que en Ecuador existe una Revolución Ciudadana y no mandan los «big business» y no pueden traficar con informaciones que son derechos.

El mandatario aprovechó para fustigar la preocupación expresada por el Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la Ley de Comunicación ecuatoriana, y recordó que el país norteamericano no ha firmado el Pacto de San José sobre los Derechos Humanos.

Recordó que en ese país se espía a los medios de comunicación, y es el responsable de mantener la base de Guantánamo (enclavada en territorio de Cuba), donde los presos hace 11 años permanecen sin juicios e incomunicados, que prefieren morir con huelgas de hambre y los obligan a alimentarse forzadamente, indicó.

«Y son los que se preocupan por nuestra Ley de Comunicación», cuestionó, al tiempo que llamó a las autoridades estadounidenses a que se preocupen de los atentados a los derechos humanos que ellas cometen cada día.

«Preocúpense de los atentados al derecho internacional interamericano, como es el bloqueo criminal a Cuba», afirmó.

Texto/ Telesur