El presidente de Francia, François Hollande, escribió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, para protestar ante la desmesurada multa impuesta al banco BNP Paribas por supuesta violación al bloqueo contra varios países, difundieron hoy medios de prensa.
Autoridades financieras de Washington pretenden que la entidad gala pague 10 mil millones de dólares, unos siete mil millones y medio de euros, por realizar operaciones con Cuba, Sudán e Irán, sometidos a un cerco económico por Estados Unidos.
Según el diario Le Fígaro y la emisora de radio RTL, Hollande envió una misiva al mandatario norteamericano donde le advierte que la sanción es desproporcionada y podría generar un riesgo sistémico en la economía del país y las finanzas internacionales.
El mandatario se suma a otros ministros, funcionarios y especialistas que en los últimos días condenaron la multa contra el BNP Paribas, así como la amenaza de suspender temporalmente su licencia en el país norteño.
De acuerdo con estimaciones hechas este miércoles por la analista Sophie Coignard, del semanario Le Point, el monto de esa sanción es equivalente al presupuesto anual de ministerios como Cultura o Justicia, y supera lo que el gobierno piensa ahorrar con la reforma territorial.
Coignard agregó que las amenazas al BNP podrían estar inspiradas desde la Casa Blanca donde se desea, por razones de opinión pública, castigar con dureza un banco internacional, de preferencia no anglosajón.
La víspera, el canciller Laurent Fabius calificó la multa como una medida injusta, unilateral e irracional, que podría plantear un problema muy grave a la economía francesa.
Recordó que Washington enviaría una mala señal con una pena tan dura a la entidad financiera en momentos en que Estados Unidos y la Unión Europea analizan un futuro acuerdo comercial trasatlántico.
Mientras, el ministro Jean-Marie Le Guen, encargado de las relaciones del gobierno con el Parlamento, aseguró que «Estados Unidos no puede actuar de forma unilateral. No puede tratar a sus aliados de esta manera y subordinarlos a sus intereses geoestratégicos».
El extitular de Comercio Exterior Pierre Lellouche consideró, por su parte, que al tratar de imponer sus leyes extraterritoriales a las sociedades extranjeras, Estados Unidos socava el derecho internacional.