El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, llamó este sábado a apoyar a la región Centroamericana, México y a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, un flagelo que calificó como un enemigo poderoso que vive del consumo en otras regiones del mundo.
El mandatario abordó el tema en su intervención en la sesión plenaria de la vigésimo segunda Cumbre Iberoamericana, que se celebra desde este viernes en esta ciudad del sur de España.
Afirmó que en la región centroamericana se libra una batalla desigual contra un enemigo poderoso que vive del fruto del consumo que se da en otras regiones, en otras naciones.
«Sin el apoyo decidido y comprometido de esas naciones, nuestra buena batalla contra el crimen organizado no será exitosa en el corto plazo», advirtió.
«Las drogas no se producen ni se consumen únicamente en la región centroamericana. Las ganancias no se quedan en nuestro país; nosotros, tristemente, ponemos los muertos», expresó.
Añadió que hoy en día el dinero producto del narcotráfico es equivalente a casi el cuatro por ciento del Producto Interno Mundial, un «porcentaje aplastante, sobre todo para economías pequeñas como las centroamericanas».
El presidente salvadoreño aseguró que tampoco es con medidas como la legalización del consumo de las drogas la forma como los países superarán este problema, sino mediante el fortalecimiento de las instituciones, la seguridad pública y un mayor énfasis en los programas sociales de prevención del delito.
Funes se refirió a los resultados importantes logrados por El Salvador en la reducción de la criminalidad y la violencia. «Somos, en tal sentido, el país de América Latina que disminuyó más drásticamente los homicidios, en lo que va del año, con una baja del 40 por ciento de las muertes violentas», expresó.
Agregó que con ello se han evitado en comparación con el año anterior mil 600 asesinatos y el país pasó de una tasa superior al 60 por cada 100 mil habitantes a una de poco más de 30, además de disminuir otros delitos como las extorsiones, robos y desapariciones.
De este modo, El Salvador se ha constituido en uno de los países con menor nivel de violencia de la región centroamericana. Explicó que estos resultados son producto de dos razones básicas, la primera de ellas, que «se está atacando las causas que generan la violencia y la marginalidad».
Además, dijo que «se ha fortalecido a la Policía Nacional Civil y se da en su interior un fuerte proceso de depuración y se han movilizado efectivos de la Fuerza Armada en apoyo a la labor de investigación y represión del delito que realizan las fuerzas de seguridad pública».
«De manera integral, se libra la fuerte batalla por la promoción de los derechos de las nuevas generaciones y se persigue y reprime al crimen organizado y todas las expresiones del delito», enfatizó.