El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó este martes decepción ante la decisión de cancilleres de la Unión Europea (UE) de levantar el embargo de armas a la oposición siria, que busca el derrocamiento del Bashar al Assad y la intervención extranjera.
«No voy a ocultar que estamos decepcionados», afirmó el mandatario ruso al término de la cumbre bilateral de alto nivel con la UE.
Con anterioridad el mandatario comunicó que había conversado sobre la situación en Siria con los titulares del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, respectivamente, durante un encuentro sostenido este lunes, en un ambiente informal, previo la sesión de trabajo de este martes.
Advirtió el jefe de Estado que cualquier intento de influir en la situación siria por la fuerza o mediante una intervención militar está condenado al fracaso, aunque aludió a las graves consecuencias humanitarias de tales actos.
Instó en ese sentido a los países occidentales a abstenerse de suministrar armamentos a las agrupaciones armadas ilegales, en particular las que combaten al gobierno legítimo del presidente Bashar al Assad, en Siria.
Evocó Putin para ello el tratado internacional promovido por Reino Unido en la ONU sobre comercio de armas, que supone, entre otros apartados, la prohibición de pertrechos a formaciones no gubernamentales.
«Partimos que todos los miembros de la ONU que se adhirieron al tratado desde hoy comiencen a observar estrictamente los principios planteados por los colegas británicos», aseveró.
Bajo signos de serias discrepancias entre algunos estados europeos, la resolución de los cancilleres del bloque dio luz verde a que cada gobierno implemente la disposición sobre el levantamiento del embargo, desde el 1 de junio, «de conformidad con sus intereses nacionales».
Putin, de otro lado, exteriorizó en la rueda de prensa en Ekaterinburgo la esperanza en que en la proyectada conferencia internacional, en Ginebra, no haya caníbales entre los representantes de la oposición siria, en alusión a los grupos radicales islamistas.
Recordó al respecto las imágenes difundidas por las televisoras que mostraron cómo militantes de grupos armados sirios extirpaban órganos de los cuerpos de enemigos y los devoraban, citó la radioemisora La Voz de Rusia.
Espero, reiteró el gobernante ruso, que tales negociadores no aparezcan en la conferencia conocida como Ginebra-II, la segunda que se organiza bajo los esfuerzos mediadores de Rusia, tentativamente en una fecha cercana, y a cuya plataforma se quiere atraer a la variopinta oposición del país árabe.
Preguntado sobre el contrato de ventas a Damasco de los sistemas defensivos antiaéreos S-300, Putin precisó que los suministros no han sido cumplidos en su totalidad. Dijo que el contrato se firmó hace unos años y Rusia no viola las normas internacionales, en la cooperación militar con Siria.
Señaló el mandatario las ventajas de los sistemas S-300 como uno de los mejores del mundo. Es un arma seria, pero no queremos romper el equilibrio de fuerzas en la región, aseguró Putin, tras concluir la cumbre con líderes europeos.