Este sábado| Presidente de El Salvador ratifica solución diplomática a conflicto limítrofe con Honduras

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, reiteró este sado la decisión de su gobierno de buscar una solución diplomática y pacífica al diferendo con Honduras por la posesión de la isla Conejo.

«El gobierno de El Salvador no cree en soluciones que tengan como principal recurso el uso de la fuerza», expresó el mandatario en su programa radial sabatino Conversando con el Presidente.

«No creemos ni respaldamos soluciones militares para dirimir conflictos limítrofes entre países que guardan una historia y una relación de hermandad centroamericana, como ocurre entre El Salvador y Honduras», subrayó.

El asunto retomó relevancia desde el pasado 1 de septiembre, cuando las fuerzas armadas hondureñas izaron la bandera nacional en la isla, ubicada en el golfo de Fonseca, que ambos países comparten con Nicaragua.

El 15 de ese mes, cuando se celebra la independencia de América Central, el gobierno de Honduras repitió un acto de ese tipo al que invitó a los candidatos presidenciales y anunció la construcción de un helipuerto en el lugar.

Señaló que ambos actos fueron considerados como una provocación por El Salvador, cuyo gobierno invió una nota de protesta a su similar de la vecina Honduras.

Funes recordó que los ministros de Defensa de los gobiernos anteriores explicaron que la ocupación de ese territorio ocurrió en los años 80 del siglo pasado, cuando en El Salvador ocurría un conflicto armado interno.

El pacto fue hecho por los militares de ambos países para combatir un supuesto trasiego de armas desde Nicaragua para la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), según exfuncionarios.

«El problema es que no se desmontó ese operativo», afirmó Funes, al recordar que los gobiernos de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) nunca hicieron gestión alguna para recuperar soberanía sobre la isla.

Funes lamentó las declaraciones del presidente hondureño, Porfirio Lobo, en las cuales asegura que el gobernante reflotó el diferendo para ganar popularidad y justificar una compra de aviones de guerra.

Desmintió las afirmaciones de Lobo, a quien dijo apreciar mucho.

Recordó que ambos, junto al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, suscribieron hace dos años una declaración en que se comprometen en hacer del golfo de Fonseca una zona de paz y desarrollo económico y social que beneficie a los pueblos de las tres naciones.

Señaló también haber dado instrucciones al canciller, Jaime Miranda, para encontrar una salida negociada del diferendo con las autoridades hondureñas.

«He insistido en que nosotros vamos a seguir en la vía diplomática y agotar todos los recursos necesarios por esa vía hasta garantizar la plena posesión soberana de la isla Conejo», manifestó.

Texto/Prensa Latina