Pretenden reactivar “crisis migratoria” en conjura contra Venezuela

En la misma medida en que se evidencian sus debilidades en los intentos de derrocar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros, los genocidas de Washington como cabecillas de la conspiración contra nuestra patria, y sus lacayos ubicados en distintos frentes prosiguen en la búsqueda de escenarios de máxima presión.

Ahora de la mano de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los títeres de la Casa Blanca pretenden reactivar el tema de la supuesta “crisis migratoria”, inflando cifras con el objetivo de acentuar el proceso injerencista, como bien lo denunciara el canciller Jorge Arreaza, el domingo 9 del corriente.

A través de su cuenta en Twitter, Arreaza, culpó al Alto Comisionado de la mencionada agencia de mentir en sus cifras: “En estrategia contra Venezuela retoman la matriz migratoria que había desaparecido de los medios de comunicación desde enero. La derrota y el desespero los lleva a reciclar temas, readecuando la obsesiva agresión contra el país”, escribió en la citada red social.

El ministro de Relaciones Exteriores agregó que Acnur “…vuelve a su rol de instrumentalizar la migración venezolana”, denunciando que «…mienten e inflan cifras para pedir y recibir más recursos con destino incierto, en medio de una rebatiña parasitaria, a costa de la dignidad y los derechos humanos de los venezolanos”.

El diplomático puso de manifiesto la contradicción de Acnur al mostrar “preocupación” por nuestros compatriotas desde el departamento de La Guajira «…territorio abatido por la pobreza extrema y abandonado por el Estado colombiano, donde han muerto miles de niños por desnutrición».

SOLICITUD

Ante esta nueva maniobra, la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, solicitó a la ONU rectificar las cifras: “Hemos pedido que estas cifras se corrijan en forma científica, profesional y atendiendo la seriedad de nuestra relación y el respeto mutuo que tenemos con el sistema”, declaró Rodríguez, tras reunirse el jueves con delegados en nuestro país del organismo multilateral.

PATRAÑA

Por su parte, Roy Daza, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), calificó como “una patraña” este intento de reavivar este asunto, coincidiendo con Arreaza en que es consecuencia de las continuas derrotas sufridas por los sectores adversos al Gobierno y a la Revolución Bolivariana: “El Gabinete del presidente Donald Trump ha tomado la decisión de desempolvar el tema migratorio, que ya lo habían olvidado, producto de la estrepitosa caída que ante la opinión pública tiene la oposición venezolana, del barranco en el cual se metieron a partir del 30 de abril, que ha dejado sin espacio político las propuestas violentas, las propuestas anticonstitucionales, contrarias a los intereses de la nación asumidas por ese liderazgo”, recalcó.

El internacionalista, enfatizó que tal acción “…no es más que una patraña para tratar de levantar el tema, con mentiras, con falsas cifras sobre la cantidad de migrantes sin reconocer un elemento fundamental, que el Gobierno ha puesto en marcha el Plan ‘Vuelta a la Patria’, para que retornen nuestros connacionales al país. Con este tema están tratando de oxigenar a la oposición, pero en este momento eso parece imposible de lograr”.

EL MISMO CUENTO

Acnur parecía haber echado convenientemente al olvido el tema de los “refugiados” venezolanos en el vecino país desde que públicamente militares venezolanos -desertores participantes en el intento de invasión a nuestro territorio disfrazado de “ayuda humanitaria” el pasado 23 de febrero- denunciaron que habían sido abandonados a su suerte por dicha agencia, el autoproclamado y el Gobierno de Iván Duque.

-“Estamos a la deriva, no tenemos el apoyo de nadie. Queremos que se apersone Juan Guaidó a darnos la cara», clamó semanas atrás el exsargento segundo del Ejército Luis González Hernández, hablando en nombre del grupo.

El desertor añadió que les habían exigido el desalojo del hotel en el cual se encontraban alojados en Cúcuta, mientras se les ofrecían 350 mil pesos colombianos, una colchoneta, un mapa y una sábana.

-“La mayoría de nosotros no tiene familiares en Colombia. Éramos sustento de hogar de nuestras familias en Venezuela, y ahora estamos aquí sin generar nada», expuso González Hernández ante las cámaras de televisión.

Desde entonces, Acnur había echado tierrita al asunto, hasta que de la noche a la mañana, decidió llevarse hasta Maicao a la actriz Angelina Jolie y montar un nuevo show, muy al estilo hollywoodense. La empobrecida región colombiana sirvió de escenario para retomar los pronunciamientos de la agencia sobre nuestro país, el pasado sábado 8 de este mes y que originó la contundente respuesta de Arreaza.

En rueda de prensa sin dar cuenta de las metodologías científicas utilizadas para obtener tales cifras, afirmaron que son más de 4 millones los venezolanos quienes han abandonado nuestro territorio, lo cual nos colocaría como una de las naciones “…con mayor número de desplazados en el mundo”.

-“Estas cifras alarmantes resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores”, expuso Eduardo Stein, quien funge como Representante Especial Conjunto (enviado especial para los refugiados venezolanos) de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Luego agregó: “Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda internacional”.

Stein fue vicepresidente de Guatemala desde 2004 hasta 2008.

“…AND THE OSCAR GOES TO…”

Para aderezar la puesta en escena de la nueva acción injerencista contra la Patria de Bolívar, de Chávez, de todas y todos nosotros, los integrantes de Acnur, comportándose más como mercenarios que como “protectores” de “refugiados”, apelaron a la frivolidad de Angelina Jolie, quien en una actuación nada digna de sus ya lejanos días de gloria en el cine, se limitó a repetir insípidamente el guión que previamente le habían elaborado, mientras, off course, posaba para las cámaras:

-“He venido a expresar mi apoyo al pueblo colombiano que está respondiendo a la crisis de Venezuela de una forma admirable», recitó su caletre Jolie. “…He visto, con mis propios ojos, lo sobrecargados que están los colegios, hospitales y servicios locales, pero también es inspirador ver el humanitarismo manifestado por esas comunidades locales”, gimoteó, luego de sostener una reunión nada más y nada menos que con el Presidente de la nación vecina y confeso enemigo de Venezuela, Iván Duque.

GRAN NEGOCIO

Si bien Acnur figura formalmente como una dependencia de la ONU, en realidad funciona como una ONG, que recibe donativos de gobiernos y entes privados, tal y como lo exponen en su página oficial: “(…) La agencia recauda fondos a través de gobiernos, fundaciones y donantes privados, para lograr que los refugiados puedan recibir asistencia inmediata con alimento, albergue y otros tipos de asistencia esencial distribuida por nuestros socios implementadores (…)”.

Precisamente por depender de las “donaciones” de gobiernos y sector privado, es que se torna dudosa la supuesta “…imparcialidad con que proceden sus integrantes y son cuando menos sospechosos pronunciamientos como los del pasado fin de semana, como bien lo alertara el canciller Jorge Arreaza.

De hecho, la tan mentada “crisis migratoria” desempolvada por Acnur -que se queda con el 25% de lo recaudado, para “gastos de funcionamiento”, por cierto-, se ha convertido en un excelente negocio para ciertos gobiernos y demás interesados en sacar provecho de la conspiración contra Venezuela.

A comienzos de abril, en la tercera reunión de lo que han denominado “Proceso de Quito, delegados de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, la ONU, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, además de un representante del autoproclamado, lanzaron su anzuelo, urgiendo fondos “no reembolsables”, con el fin de «coadyuvar solidariamente», el tránsito de migrantes.

El viceministro ecuatoriano de Movilidad Humana, Santiago Chávez, anfitrión del encuentro, dijo que «…no estamos realmente muy satisfechos con lo que están haciendo los bancos en materia de cooperación financiera. Estamos pidiéndoles que hagan más de lo que están haciendo. Eso es lo que amerita esta situación grave y urgente».

En dicha cita se arrojó la cifra de 3,5 millones de “desplazados” venezolanos, es decir que según la declaración de Acnur, en dos meses el número aumentó en 500 mil.

El “martillo” de los asistentes a la reunión del “Proceso de Quito” y las recientes declaraciones de la agencia de la ONU, son comprensibles -sobre todo si se toma en cuenta la exorbitante cantidad de dinero que se maneja por esa vía- “…recursos con destino incierto, en medio de una rebatiña parasitaria”, como acertadamente lo advirtiera el canciller Arreaza en sus mensajes emitidos el domingo pasado.

La Comisión Europea, por ejemplo, aprobó un fondo de 20 millones de euros “para paliar las necesidades más urgentes de los ciudadanos afectados por la crisis migratoria de Venezuela. Se trata, sobre todo, de asistencia humanitaria en las fronteras con Colombia y Brasil”, reseñó la agencia de noticias Notimex el 4 de diciembre pasado.

-“La Unión Europea está comprometida con los ciudadanos en Venezuela y con aquellas comunidades, en los países vecinos, que los acogen”, expresó en esa oportunidad Christos Stylianides, comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, quien había visitado en marzo la frontera colombiana con nuestro país, cuando también fueron “librados” 35 millones para efectos de la supuesta “ayuda humanitaria”.

En septiembre del año pasado, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, anunció desde la sede de las Naciones Unidas un paquete de “ayuda” por 48 millones de dólares para los países latinoamericanos receptores de migrantes venezolanos, con lo cual el monto por ese concepto totalizaba, para ese momento del año, la nada despreciable suma de 98 millones de la codiciada moneda.

Nadie, hasta el momento, se ha ocupado de ofrecer detalles de cómo se han empleado esos fondos, ni si han servido para beneficiar realmente a los “refugiados” venezolanos, lo cual luce improbable, si se revisan las condiciones a veces infrahumanas en las cuales sobreviven esos compatriotas que por sus muy respetables razones decidieron alguna vez abandonar su país, y que llevó al gobierno del presidente Nicolás Maduro a poner en ejecución el plan “Vuelta a la Patria”, curiosamente saboteado por los gobernantes de algunos de esos países que exigen fondos para atender la “crisis migratoria”.

CAMPAÑA

Tras el muy conveniente pronunciamiento de Acnur, los ojos de buena parte de la dirigencia opositora saltaron con el signo del dólar en sus órbitas y se plegaron sin disimulo a la nueva campaña contra Venezuela:

-«Hay cuatro millones de emigrantes. Se proyecta que de continuar el flujo superemos a Siria en número de emigrantes en Venezuela», balbuceó el autoproclamado desde Australia, mientras en términos similares se expresaba a través de Twitter el prófugo David Smolansky develando ambos el guión preestablecido y puesto en marcha por Acnur desde Maicao.

Como parte del mismo libreto, a fin de estimular la migración pese a sus lloriqueos, algunos países como Colombia anuncian que aceptarán pasaportes venezolanos vencidos. Ha sido tan obvia la participación de la Administración Duque en el reciclaje de esta campaña a través del organismo migratorio de ese país, que el director de la Asociación de Colombianos en Venezuela, Juan Carlos Tanus, en declaraciones suministradas a Globovisión, denunció que actúa cumpliendo instrucciones del Despacho Oval:

-“El Gobierno colombiano ha trabajado en el plano internacional el escenario de la migración como parte de una crisis que mantiene Estados Unidos. Colombia cumple el instructivo desde Estados Unidos frente a la realidad venezolana, pero Colombia no soporta la presencia de más migrados porque no ha podido resolver sus problemas”, aseguró.

Tanus, expuso que “…dice Migración Colombia que tiene cerca de 1 millón 300 mil venezolanos, pero yo creo que esas cifras no corresponden a la realidad. Si usted revisa el comportamiento del Estado colombiano frente a Venezuela, es de una política contrainsurgente frente a la realidad”.

T/ Jimmy López Morillo
F/ Archivo CO