Este año los Diablos Danzantes de Yare rendieron homenaje al primer cajero César Tovar.
Tiene 74 años de edad, de los cuales ha dedicado 62 años a cumplir la promesa al Santísimo Sacramento como cajero.
Este miércoles el Consejo Legislativo Bolivariano de Miranda le confirió la orden Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda en su única clase, y la Alcaldía de Simón Bolívar le otorgó la orden Corpus Christi.
En los últimos 15 años ha sido el primer cajero de los diablos: “Comencé a tocar la caja a la edad de 12 años, en el año 1953”.
Cuando se le preguntó cómo aprendió a tocar el tambor, responde: “Eso nace con uno, yo no lo aprendí, no me enseñaron. Cuando nací ya venía con esa inquietud. Hice una prueba, la aprobaron y hasta hoy soy cajero”.
Otros cinco cajeros lo acompañan: “Los toques son individuales, cada quien tiene su estilo, su forma, su ritmo. Yo tengo el mío especial y cada quien tiene su toque. Pero no hemos logrado componer un letra para indicar cuál es el ritmo, cuál es el sonido. Los demás me van siguiendo, y ellos me imitan”.
Tovar contó al Correo del Orinoco que ejecuta hasta ocho toques diferentes, generalmente usa cuatro toques para no cansar a los promeseros con los cambios bruscos de la danza.
Frente a la iglesia Tovar se reserva el toque “sacramentado porque todos lo hacemos con fe hacia nuestro Señor Jesucristo, al Rey de Reyes, le rendimos su culto, lo que Él merece”.
Subrayó: “Hay que tener fe porque si uno no tiene fe no tiene nada”.
Además de primer cajero, Tovar también coordina el recorrido de los promeseros por los altares.
“Cuando llegan estos días yo me encomiendo mucho a mi Santísimo, le pido que me de salud y alegría. Que se sienta alegre, no sentirme triste porque la tristeza no se puede confundir con la alegría porque no combinan las dos”, confesó.
Con respecto al homenaje que le rinden los Diablos Danzantes, dijo: “Eso significa mucho para mi porque cuando uno está vivo es que deben hacerse los homenajes. Me siento orgulloso, me siento feliz porque espero haber cumplido y seguir cumpliendo la meta me encomienda mi fe hacia el Santísimo Sacramento”.