El primer ministro ruso, Vladimir Putin, rechazó este miércoles la posibilidad de establecer un diálogo con terroristas o criminales, tras el reciente atentado en el aeropuerto Domodédovo, con saldo de 36 muertos (porque se incluye el atacante suicida) y casi 200 lesionados.
Constituye una práctica internacional evitar cualquier negociación con elementos terroristas, pues no es un concepto al cual sólo se atiene Rusia, explicó el jefe de Gobierno, según Prensa Latina.
Tan pronto se entabla un diálogo con estos elementos, aumenta el número de atentados, y con ello, el de víctimas, aclaró.
Continúa el dolor en Moscú. Las banderas en los edificios públicos de la capital rusa fueron izadas a media asta en señal de duelo.
Por su lado, el presidente Dmitri Medvédev, poco antes de viajar al Foro Económico de Davos, destituyó al jefe para asuntos de transporte del ministerio del Interior en el Distrito Federal Central.
El titular del Interior, Rashid Nurgaliev, separó de sus cargos al jefe de seguridad del aeropuerto Domodédovo y a sus dos sustitutos, luego de que testigos comentaron la inoperancia en la instalación de varios detectores de metales en el momento del atentado.
Nadie puede relajarse y la policía debe reforzar y garantizar la seguridad en aeropuertos, terminales de trenes, transporte urbano y el metro, diariamente, como en los países donde existe una amenaza seria de terrorismo, aunque resulte un poco incómodo, advirtió Medvédev.
Al intervenir en el Foro de Davos, el presidente ruso aseguró que quienes perpetraron el atentado en la sala de arribos internacionales del Domodédovo querían poner a Rusia de rodillas y a la defensiva. Por eso escogieron el lugar y el momento para el ataque dinamitero, opinó.
Por el momento, los datos provisionales sobre el atentado no llevan a una pista chechena, según el Primer Ministro. Los investigadores creen que los autores podrían estar en otras regiones del Cáucaso Norte, como en la república semiautónoma de Daguestán.