Nuestras raíces | Producir (Opinión)

Hasta no hace tanto tiempo, la técnica de sitiar a una ciudad era simple: rodear el predio con fuerzas considerables e impedir la entrada y salida de cualquier persona o producto. La rendición era cuestión de tiempo, solo había que tener paciencia. Dentro de la ciudad la cosa era distinta. Diferentes propuestas se lanzaban: la rendición incondicional, la espera de fuerzas externas de apoyo, la salida temeraria a fin de romper el cerco o el suicidio colectivo (caso Mesada allá por los años 70 de la era cristiana). La discusión, más la cuota de desesperación que inevitablemente se incorpora carcome el frente interno; las divisiones aparecen conjuntamente con las desconfianzas.

Con un país hoy, el imperialismo, hace algo similar. Lo bloquea o lo sitia. La técnica es parecida en algunos aspectos, desaparecen los alimentos, por equis razones no entran mercaderías, nada se produce o es insuficiente para toda la población, aparece el acaparamiento, los enemigos internos actúan para agravar las cosas y el bloque interno comienza a resquebrajarse.

La Revolución Bolivariana en Venezuela, ante esa situación que parecía ir configurándose, decidió, valientemente, romper el cerco. La gira del presidente Nicolás Maduro fue eso, quebrar el sitio y traer apoyo y colaboración de los amigos y aliados. Eso fue bueno, pero el tema es que si nosotros no logramos producir al menos lo básico que necesitamos, el cerco se nos va a estrechar de forma tal que ya difícilmente podamos romperlo.

La ayuda externa debe ser para liberarnos, no para prolongar la existencia un tiempo más.

¿Seremos capaces de una vez por todas de sembrar el petróleo? ¿Podremos darle la inyección de fuerza necesaria que tiene que tener Pequiven para producir y exportar productos derivados del petróleo pero con alto valor agregado? ¿Podremos producir racionalmente en el campo y alcanzar la famosa soberanía alimentaria?

Para esta titánica tarea se necesitan entre dos y tres millones de técnicos, obreros calificados y profesionales ¿está la universidad preparada para esto? ¿Tenemos la voluntad política de dar esta definitiva batalla?

T / Fernando Bossi