La Columna Globoterrada | Productividad doméstica (Opinión)

El sistema capitalista no desea individuos productivos para sí mismos, sino individuos cuya misión de vida sea producir para otros, quienes detentan grandes capitales.

Ha logrado imbuir en la mente de los individuos, en especial de la clase más caída de la mata, la clase media, que ser productivo es tener un buen sueldo.

Todos saben que quien te paga un sueldo determinado es porque ganó por tu trabajo una cantidad superior y casi siempre muy superior a ese sueldo.

Un individuo de clase media, con su “sueldazo”, va al supermercado y compra una lata de tomates, que no tiene ni un kilo de tomates, por 500 bolívares, porque puede pagarlo. La burguesía gana por todas partes. Primero, pagándole un sueldo inferior a lo que produce y, segundo, vendiéndole productos con ganancias pingües para todos los intermediarios.

Es por eso que la burguesía quiere tener empleados a tiempo completo y dedicación exclusiva. Para que no se le ocurra a los individuos producir algo por cuenta propia.

Pongo este ejemplo de la lata de tomates porque, escandalizado con su precio, hice una terapia de inmersión en Youtube para ver cómo se hace el tomate en conserva. Acto seguido, compré 12 kilos de tomate a 50 bolívares el kilo (como es temporada, podría conseguirse  aún más barato) me fajé durante cuatro horas con el impulso que da la indignación y salieron 15 frascos medianos de tomate en conserva. Tomate picado y compacto en cada frasco, que pura meses sin nevera, algo que nunca antes había hecho.

Cada frasco tiene sin duda más tomate que la lata de tomates pelados, que trae 5 o 6 tomates como nadando en una piscina. Con 600 bolívares y 4 horas de trabajo, salió el equivalente a 15 latas de tomate, cuyo costo sería 7.500 bolívares.

El que tenga ojos que vea.

Es sabido que en países ricos, como Alemania o Francia, muchísima gente tiene enormes despensas domésticas de conservas hechas en casa, para consumo familiar.

Una desorientada víctima de la propaganda capitalista piensa que como son ricos, pueden comprar lo que quieran con su sueldo. El razonamiento real es que son ricos porque son productivos, lo que incluye una alta producción doméstica y un alto nivel de ahorro familiar.

Los días de trabajo semanales podrían reducirse por ley a un máximo de cuatro, complementando esta medida con un programa de formación para la productividad doméstica y el “hágalo usted mismo”, que puede incluir reparaciones y reformas en el hogar. Un día a la semana para que el pueblo produzca para sí mismo.

La burguesía pondría el grito en el cielo y diría que “sin trabajo no se puede progresar”, porque tendrá menos horas para explotar a sus empleados, aun cuando podrían contratar a más gente para mantener la misma cantidad de horas de trabajo totales.

Por lo pronto, vaticino para mí un futuro de productor doméstico, haciendo conservas de lo que se tercie.

T/ Emilio Hernández