Por medio de la Misión AgroVenezuela| Productores de Amazonas destacan fortalecimiento de culturas originarias

La Misión AgroVenezuela ha logrado dar un impulso importante a las formas de cultivo propias de los pueblos indígenas de Amazonas, destacaron productores indígenas de la entidad.

Francisco Yuave, productor indígena Baniva, quien siembra yuca, plátano, ají y piña en las riberas del río Sipapo, en el municipio Autana del estado Amazonas, destacó que la misión ha reconocido el conuco como unidad agroproductiva, y ha promovido y respetado los saberes ancestrales de los pueblos indígenas.

«Una de las cosas que más me gusta de esta misión es que nos incentiva a seguir sembrando en nuestros conucos como lo hemos hecho siempre. Así lo hicieron nuestro ancestros, ellos sembraban así, como yo lo estoy haciendo ahora en mi conuco. Esto nos permite seguir manteniendo viva nuestra cultura y nos fortalece como pueblo indígena», resaltó.

Hizo énfasis en el trabajo de acompañamiento técnico desde el abordaje, entrega del financiamiento hasta la colocación de la cosecha para su distribucion que, tal como indicó, ha sido oportuno.

«Desde la primera vez que llegaron los técnicos de la misión, empezamos a trabajar juntos. Visitamos el conuco, me financiaron y ahora vienen con regularidad a prestarme apoyo para la colocación de mi cosecha».

Francisco Yuave recibio 16 mil bolívares en junio de 2011. En esa ocasión, la distribución de los recursos se hizo sobre un total de 314 proyectos agroproductivos asentados en seis de los siete municipios del estado Amazonas: Autana (49), Atabapo (8), Átures (170), Manapiare (51), Maroa (18), Río Negro (18), para un total de Bs. 3.673.931,30 otorgados.

ESCLAVITUD Y EXPLOTACIÓN

Yuave, de 72 años, relata que en su juventud fue explotado por varios años por mercenarios de Atabapo que comercializaban la fibra vegetal de Chiquechique, utilizada para la construcción de techos y confección de cestas utilitarias.

«A los 12 años me fueron a buscar esa gente del chiquechique para ofrecerme trabajo, me mandaban selva adentro a sacar la fibra, donde pasaba hasta 10 meses sin poder regresar a mi comunidad. Los comerciantes llegaban cada mes a buscar los conos de fibra y nos traían ropa, ollas, cuchillos, botas y nos los vendían a crédito, haciendo que nos endeudáramos con cantidades de dinero que nunca podíamos pagar en efectivo sino con trabajo. Un día me cansé de ser esclavo y me escapé, volví con mi familia y me dediqué a hacer lo que me enseñó mi padre: trabajar el conuco, cazar y pescar. Así llevo más de 40 años y sigo sembrando, pero ahora es diferente porque me financiaron para continuar en mi conuco. De allí saco una parte para alimentar a mi familia y la otra la voy arrimando para pagar el financiamiento que me dio mi Presidente».

Ramón Belisario, productor oriundo del estado Bolívar, llegó hace siete años a la comunidad La Unión, ubicada en el eje sureste del municipio Átures, donde se lleva a cabo un proyecto de cultivo semi protegido, en el cual ha decidido poner su mayor esfuerzo durante tres años.

Belisario expresó que, gracias al Gobierno Nacional, han llegado los recursos a los pequeños y medianos productores de tomate, cilantro, cebollín, ají dulce y pimentón, y garantizar el abastecimiento y precios justos de estos rubros a la población amazonense.

El desarrollo de proyectos agroproductivos también está acompañado de un prceso de crecimiento personal que queda demostrado con el testimonio de quienes, como Belisario, se dedicaron en su juventud a la actividad minera.

«Cuando era joven practiqué la mineria en el estado Bolívar, un día miré a mi alrededor y pude ver el daño que le estaba causando a la naturaleza. Me da vergüenza decirlo, pero así fue. Ahora estoy trabajando en algo que de verdad tiene sentido, estoy produciendo alimentos, he tenido la oportunidad de formarme a través de la Fundación Ciara y he aprendido mucho de los técnicos de la Misión Cubana. La Misión AgroVenezuela me ha dado la posibilidad de trabajar la tierra, y nunca volveré a las minas donde fui explotado por los dueños de las máquinas y los comerciantes del oro. Aquí seguiré dando mi esfuerzo para contribuir a la soberanía alimentaria de Venenzuela», destacó.

PESCADORES DEL ORINOCO

Delfin Rivas, pescador amazonense, señaló que la Misión AgroVenezuela le ha proporcionado a los productores piscícolas beneficios que dignifican las labores de pesca en el río Orinoco.

«Tengo 60 años de edad, de los cuales 50 los he pasado pescando para lograr el sustento de mi familia, siempre fue bastante dura y peligrosa esta labor. Antes me tocaba pasar hasta una semana en el río , alejado de mi familia,  que se angustiaba, y es que tenía poco material para pescar. Yo mismo construía mi curiara (embarcacion de madera) y me lanzaba río arriba a canalete (remo), para traer unos pocos pescaditos. Hoy la cosa ha cambiado mucho, los pescadores nos hemos beneficiado a través de la misión con los financiamientos para adquirir embarcaciones con motor fuera de borda, chalecos salvavidas que nos protegen a la hora de entrarle a los raudales (tramo de aguas rapidas), ya no me toca pasar tanto tiempo alejado de mi casa, voy temprano en la mañana y al mediodía ya estoy de vuelta para vender los pescados en sector donde vivo, sin especulación».

La misión AgroVenezuela fue creada por el presidente de la República, Hugo Chávez, el 25 de enero de 2011. Para el estado Amazonas esta misión aprobó 8.902.494,35 bolívares, con el fin de incrementar la producción agrícola en la entidad, actividad que se ha convertido en el impulso fundamental del plan bienal 2011-2012.

Fuente/ AVN
Foto/ Agencias