Los países y organizaciones participantes en una videoconferencia promovida por Francia y la ONU sobre la recuperación de El Líbano prometieron una ayuda de 250 millones de euros para lidiar con las consecuencias de las explosiones del martes.
En una declaración, señalaron que la asistencia deberá ser coordinada por Naciones Unidas y entregada «directamente a la población libanesa con la mayor eficacia y transparencia».
Desde la fortaleza medieval de Fort de Brégançon, donde cumple sus vacaciones, el presidente Emmanuel Macron llamó a actuar de inmediato frente a la tragedia, luego de que las dos detonaciones de hace cinco días en el puerto de Beirut dejaran más de 150 muertos, seis mil heridos, decenas de desaparecidos y enormes daños materiales.
«Es el futuro de El Líbano, de su pueblo y de la región el que está en juego», advirtió el mandatario francés, quien el jueves visitó Beirut y anunció la conferencia de donantes, aunque también recibió duras críticas por posturas consideradas injerencistas y propias de una metrópoli, no de un país dispuesto a ayudar.
Otro de los resultados del encuentro en línea de este domingo fue el llamado a la realización de investigaciones imparciales, creíbles e independientes sobre la catástrofe y la propuesta de que se brinde ayuda foránea en ese sentido.
A raíz de las devastadoras explosiones, atribuidas al estallido de dos mil 700 toneladas de nitrato de amonio, el presidente libanés, Michel Aoun, descartó el viernes una pesquisa internacional.
Además de Macron y la vicesecretaria de la ONU, Amina Mohammed, quienes lo encabezaron, en el videoforo participaron los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Egipto, Abdel Fattah Al-Sissi, el primer ministro británico, Boris Johnson, el rey Abdallah II de Jordania y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
También lo hicieron representantes de Alemania, China, Italia y Rusia, así como de países del Golfo Pérsico y de organizaciones internacionales.
Según la agencia de Naciones Unidas a cargo de la ayuda humanitaria, El Líbano necesita de inmediato 120 millones de dólares para responder a las urgencias en materia de salud, ubicación temporal de los miles de damnificados, alimentación, higiene y educación.
La entidad alertó que más de 250 mil personas encajan en estos momentos en la categoría de altamente vulnerables.
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