Una organización dietética se empeña en propagar el consumo de arroz integral como preventivo de la diabetes en Cambodia, donde cinco de cada 10 adultos padecen o están expuestos a la enfermedad.
Un reporte del diario The Cambodia Times destaca los intentos de Maurits van Pelt, al frente de una entidad no gubernamental denominada MoPoTsyo, por generalizar el hábito de ingerir un tipo de gramínea que reduce los riesgos de azúcar en la sangre.
En una incesante prédica ha recorrido restaurantes para que se introduzca en los menús en oferta, en los cuales se aduce que carece del dulzor del arroz blanco, lleva más tiempo cocinarlo y es más costoso.
Opina que, sin embargo, las actitudes comienzan a cambiar debido a un mejor mercadeo en los establecimientos de expendios, basado en las conveniencias para la salud de un grano que al menos los diabéticos aconsejados eligen, y que todavía su producción nacional es baja.
Otro grupo, la Asociación Cambodiana de Diabetes, se orienta hacia la niñez con el propósito de cambiar hábitos y en una escuela en Siem Reap se enseña a los estudiantes que tipo de alimentos pueden propiciar el padecimiento y cuales no.
El maestro a cargo de esa especial instrucción manifestó a la fuente mediática que cuando los alumnos regresan al hogar diseminan lo aprendido entre la familia y el vecindario, aunque el mismo reconoció que su esposa le sirve el arroz integral mezclado con el blanco.