A propósito de haberse conmemorado el pasado lunes 51 años del derrumbe de las pilas 31 y 32 del Puente General Rafael Urdaneta por el buque Esso Maracaibo de la Creole Oil Company, el Acervo Histórico de Maracaibo se prepara para proponerles a las autoridades regionales, que se eleve el Puente Sobre el Lago a la condición de patrimonio regional, y patrimonio histórico y cultural del país.
DEUDA CON EL ZULIA
Ligia Berbesí, directora del Acervo Histórico de la capital zuliana, dijo que de lograrse la declaratoria de patrimonio, se estaría saldando una gran deuda con el pueblo zuliano, ya que se fomentaría desde las escuelas la historia del puente, que se constituye como una de las obras más importantes de América y el mundo.
“Debemos revitalizar la dignidad de las zulianas y los zulianos, así como el sentido de pertenencia e identidad. Es importante señalar que la mayoría de los zulianos desconocen que el verdadero nombre del puente, que es General Rafael Urdaneta”, destacó.
50 AÑOS DEL CHOQUE
Desde la inauguración del puente hasta la fecha, son muchas las historias que podrían contarse. No obstante, la caída de las pilas 31 y 32, ocurrida el 6 de abril de 1964, marcó un hito. Como consecuencia del choque 7 personas fallecieron.
Según registra la historia, el buque presentó una falla eléctrica que aceleró a 9 nudos la velocidad del barco, cuando lo permitido para pasar por debajo del puente era de 2 a 3 nudos.
La historiadora Ligia Berbesí aseguró que fueron muchas las hipótesis que se tejieron en aquella época, ya que se sospechaba de un ataque terrorista por los grupos guerrilleros que operaban en el país. Sin embargo, todas esas versiones fueron descartadas.
UNA INJUSTICIA
La reconstrucción de los 259 metros de estructura se realizó en 8 meses, bajo la responsabilidad de la empresa petrolera transnacional, que debía invertir 25 millones de bolívares.
A juicio de la historiadora, hubo una grave situación en relación con este accidente, y es que la empresa petrolera “jamás indemnizó a las familias de las víctimas y aunque reparó la estructura y el gobierno de Raúl Leoni les exigió que debían pagar la refacción, esta misma cantidad de dinero les fue descontada a la hora de cancelar los impuestos. La realidad fue que la Creole Oil Company no perdió nada”, sostuvo.