En Caracas hay ahora 50.000 dignificados en albergues, cerca de 70% están por razones de prevención, manifestó el ingeniero Rafael Argotti, integrante del Movimiento Bolivariano de Arquitectos e Ingenieros Revolucionarios.
“En realidad tenemos 30% de familias que es urgente la entrega de viviendas, porque se han derrumbado o están en un riesgo grave. Por eso creo que es posible hacer frente a la contingencia, pero es necesario realizar una evaluación profunda de la real situación de muchas familias que están en los refugios”, aseguró.
La vivienda tiene que ser considerado en un tema fundamental, pero visto desde una perspectiva integral. “Es necesario industrializar el sector de la vivienda y establecer viviendas tipo, tanto para la zona de los Andes como para la costa. Las ventanas, los lavamanos y las pocetas tiene que ser iguales para todos. Los acabos pueden cambiar, pero debemos pensar en soluciones para construir masivamente”, explicó Argotti.
La industrialización es producción en gran escala y de esto se trata la propuesta que se ha venido trabajando un grupo de ingenieros y arquitectos desde hace cuatro años, dijo Argotti que también miembro de la directiva del Colegio Nacional de Ingenieros por el movimiento bolivariano. “Hicimos un foro y se convocaron a más de 70 revolucionarios. Elaboramos una propuesta que se presentó al Gobierno Nacional”, reveló.
El proyecto de industrialización incluye la producción y distribución del acero, los saques de arena y los de tierra, el cemento y su distribución, al construcción de los detalles y acabados de la vivienda, los marcos deben ser de un tamaño, al igual que los dinteles, la cerámica, las puertas y las ventas del mismo estilo.
De eso es que se trata la industrialización, sistematizar los procesos mediante tres estrategias. La primera, enumera Argotti, sería con los consejos comunales y las empresas de acción social en los sectores populares, con apoyo técnico de los ministerios. Para su viabilidad y funcionamiento se deben financiar esas iniciativas mediante los bancos comunales.
“Drenar el dinero hacia esas instituciones e incorporar a todo esa gente que sabe de construcción que están en los albergues e incorporarlos al proceso de elaborar viviendas. Se deben crear las brigadas de la construcción”, manifestó.
La segunda estrategia tiene que ver con el impulso a los pequeños y medianos constructores que trabajarían directamente con el Gobierno Nacional. “Trabajarían en el desarrollo de esas ciudades y proyectos importantes”.
La tercera incluye los grandes proyectos en los que se incorporan la banca pública y privada. Se trata de dinamizar el sector pero con una visión de conjunto y que no cada sector trabaje por su cuenta, porque por esa razón hay el gran desorden urbanístico. “Es necesario ordenar la tenencia de la Ley de tierras urbanas es una iniciativa positiva para avanzar en esa meta”, dijo Argotti.
CAMPOS DE GOLF
El desarrollo del urbanismo en Venezuela está ligado a la propiedad y precio de la tierra. La mejora en los servicio públicos y la infraestructura fue mercantilizando los desarrollos inmobiliarios, perdiendo esa visión social que le había impregnado el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, a mediados del siglo pasado.
La ciudad tiene que tener un límite de crecimiento, en el caso de Caracas el anillo vial es un amanera de ir delimitando hasta dónde se expandirá la ciudad. “Cerrar desde la Cota Mil , la regional del Centro, La Rinconada, el Junquito, Caricuao y cerrar en la autopista Caracas-La Guaira , persigue fundamentalmente delinear la ciudad”, aseguró Argotti.
Sobre esa nueva visión de planificación se puede estructurar una nueva realidad de la ciudad. “Existen terrenos planos en los que se pueden eregir nuevos desarrollos. Ese es el caso de los campos de golf y demoler los cerros para reforestar, para no perder el pulmón vegetal”.
Está de acuerdo con los que piensan que lo campos de golf son áreas verdes y deben seguir existiendo, pero sobre la base de una planificación que incluya desarrollos habitaciones pequeños. La propuesta, aseguró el ingeniero, no impide que existan áreas de recreación y esparcimiento para la población.
“La necesidad de bajar la población necesariamente tienes que urbanizar ecológicamente. Los campos de golf ahora ahora son exclusivos de una minoría, entonces tampoco son áreas verdes que pueda disfrutar la población”, agregó.
Planteó que es necesario un debate sobre el futuro de esos grandes espacios, no se niega a la discusión, es un gran reto que tiene la ciudad por delante. Es necesario que se sienten todos los actores para desarrollar una propuesta posible. La gran densidad de población de Caracas no es impedimento para rediseñar los espacios y planificar nuevos desarrollos.
Argotti puso como ejemplo de criterio urbanístico sustentable, lo que se hizo en las riberas del río Guaire por los próceres en los años cincuenta. “Los desarrollos en esa zona tienen un buen retiro y las edificaciones no incluian viviendas en la planta baja. Se necesario rescatar esos criterios”.