La Cámara de Diputados mexicana envió este miércoles al Senado una polémica propuesta de ley para reducir restricciones a extranjeros que deseen comprar propiedades en zonas costeras y fronterizas de este país.
En cambio la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina se pronunció, a través de un comunicado, en contra de la medida porque las mejores tierras del litoral pasarían a manos extranjeras, alentaría el desalojo, la especulación financiera e inmobiliaria.
Esa organización recordó que la Constitución estableció restricciones para preservar la seguridad ciudadana y evitar enclaves extranjeros, como la otrora provincia de Texas, «donde los extranjeros eventualmente se rebelaron y separaron de México».
La carta magna, en su Artículo 27, prohíbe que los extranjeros sean propietarios directos de tierras mexicanas dentro de 50 kilómetros (31 millas) en costa y 100 kilómetros (62 millas) en las fronteras del país.
Para que se convierta en ley, la iniciativa deberá tener la aprobación de la Cámara alta y ser refrendada por la mayoría de las 32 legislaturas estatales.
La propuesta, avalada por la Cámara baja, fue impulsada por el congresista Manlio Fabio Beltrones, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Se trata, argumentó Beltrones, de erradicar la simulación en la propiedad extranjera en las playas de México y de eliminar a los intermediarios que a través de fideicomisos, sociedades anónimas y prestanombres han lucrado con la prohibición constitucional».
Estaremos, dijo, facilitando la inversión turística y la generación de empleo local, al tiempo que justificó que las condiciones estratégicas que imponían restricciones han sido superadas.
Otras opiniones giran en torno a mayores posibilidades de la inversión extranjera pues se superaría el riesgo de comprar sin un respaldo de propiedad y a través de terceros, con un trámite dilatado, engorroso y con dividendos que no van al estado.