El hasta ahora accidentado diálogo entre el gobierno y los rebeldes de Sudán del Sur fue pospuesto este martes otra vez, ahora para el próximo 30 de abril, según voceros insurgentes.
Las negociaciones se interrumpen por la insistencia oficial de excluir de las conversaciones a los políticos opositores detenidos por participar en el complot liderado por el exvicepresidente Riak Mashar el 15 de diciembre pasado, añadieron las fuentes.
Los representantes de la delegación gubernamental rehusaron incluir ese asunto en el contenido de un acuerdo que debía ser firmado con líderes insurgentes en esta capital.
Las partes coincidieron en suscribir versiones mejoradas de dos acuerdos principales, pero los mediadores exigieron la implicación de todas las partes, declaró el portavoz del Movimiento Popular de Liberación de Sudán del Sur, Hussein Mar Nyuot.
La suspensión de las conversaciones aún no fue confirmada, es necesario esperar hasta un nuevo contacto este martes, afirmó, por su parte, la delegación gubernamental.
El presidente sursudanés, Salva Kiir, se opone desde el inicio del diálogo en Etiopía a reconocer la presencia de 11 políticos y exfuncionarios del Gobierno arrestados, de los que siete fueron liberados y entregados al gobierno keniano y cuatro están aún presos.
Un añorado acuerdo para solucionar la crisis nacional es el propósito principal de los negociadores, que ya alcanzaron un primer pacto de alto el fuego el 23 de enero pasado, de cuya violación se acusan ambas partes.
Voceros rebeldes y observadores locales especulan sobre la formación de un ejecutivo sin Kiir y con participación de todos los partidos, pero el Gobierno rechaza a un ejecutivo que excluya al Presidente.
Más de mil muertos y cientos de miles de desplazados es el saldo hasta ahora del conflicto entre tropas oficiales y los rebeldes de Mashar que han ido ganando cada vez más seguidores entre antiguos grupos opositores.
Los escenarios de los combates entre ambos bandos son las provincias del norte limítrofes con el vecino Sudán, principalmente las provincias de Unidad, Jonglei y Nilo Azul, todas ricas en petróleo.