Unos 500 afganos marcharon este miércoles por la capital de la provincia de Wardak para exigir la retirada inmediata de los militares estadounidenses que, según denuncias, cometieron torturas y asesinatos contra civiles inocentes.
Los manifestantes portaban carteles, en los cuales se leía: «Muerte para las fuerzas especiales (estadounidenses)», «Muerte para América» y «Muerte para Obama», reporta la agencia digital Khaama Press.
Si desestiman nuestra demanda (que se vayan los soldados estadounidenses de Wardak), nos uniremos al movimiento insurgente del Talibán, expresó uno de los participantes.
Otro de los protestantes, Haji Abdul Qadim, declaró a la prensa que si se mantiene la situación así (los desmanes de los ocupantes), la población se unirá a la insurgencia para enfrentar los abusos y violaciones de los militares estadounidenses.
El domingo último, el vocero presidencial, Aimal Faizi, anunció que los soldados del Pentágono debían abandonar en dos semanas las provincias de Wardak y Logar, donde se registran denuncias de mala conducta.
La exigencia del presidente afgano, Hamai Karzai, puede complicar las negociaciones con la Casa Blanca referidas al compromiso de retirar sus tropas de esta nación asiática al final del 2014.
Los residentes y funcionarios de Wardak explicaron que pequeñas unidades de afganos entrenadas por las fuerzas especiales estadounidenses actúan por su cuenta y de manera ilegal han detenido, torturado y asesinado a inocentes.
El ultimátum de Karzai obedece a que los mandos de la ocupante Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad han desestimado esas quejas y denuncias de los pobladores de esas provincias.
La comandancia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha alegado que hasta ahora no encontró evidencias de las alegaciones de mala conducta de sus subordinados y que una comisión integrada por sus especialistas y personal afgano investigará las denuncias de arrestos, torturas y asesinatos extrajudiciales de civiles.