Centenares de personas marcharon este domingo por las calles de Río de Janeiro, en Brasil, para protestar contra la privatización del estadio Maracaná y la demolición de edificios colindantes, incluido un museo indígena.
Los críticos a estas medidas, que se producirán en el marco de los preparativos del Mundial de fútbol del 2014, indican que Maracaná debe ser patrimonio público, pues fue escenario de grandes victorias para el combinado nacional de ese país.