El buró político del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Mérida se declaró en alerta y consulta permanente para la movilización y “responder al enemigo frente a cualquier agresión, pues el objetivo es matar físicamente al presidente Hugo Chávez”, aclaró el comisionado de la vicepresidencia de este partido en la región occidental, Luis Martínez.
Así, las unidades de batalla electoral y todas las instancias políticas y organizativas pesuvistas se mantienen movilizados, “rodilla en tierra y con la bayoneta calada para combatir esa agresión del gobierno colombiano”, anunció el miembro del PSUV y candidato suplente, Alirio Liscano.
Martínez anunció que esa movilización incluye, en primera instancia, conocer la situación de agresión y entender que en, cualquier circunstancia, se debe defender la patria, pues los pregones de una posible guerra están implícitos en la movilización de 7.000 marines de Estados Unidos a Costa Rica y la instalación de siete bases en el país neogranadino.
“El fin de semana se concretaron acciones, como la movilización hacia las fronteras con Colombia en Guasdualito, Apure; San Antonio del Táchira y Paraguaipoa, en Zulia”, explicó Martínez.
A FAVOR DE LA PAZ
El dirigente del PSUV en Mérida y candidato uninominal, Guido Ochoa, aclaró que el pueblo venezolano es amante de la paz, pero “para prepararse para la paz muchas veces tenemos que mostrar los dientes”, dijo.
Esto traduce, según Ochoa, que con la movilización del pueblo venezolano hacia la frontera se evitarán posibles ataques. “Cuando Colombia metió la embarcación Caldas en el Golfo de Venezuela, pensaban que el presidente de esa época, Jaime Lusinchi, se quedaría tranquilo y todos nos movilizamos en el país, evitando la guerra contra Colombia”, rememoró Ochoa.
El comisionado Martínez emplazo al presidente entrante Juan Manuel Santos para que asuma una posición, “no se puede esconder bajo la toma presidencial hasta el 7 de agosto, sabemos que él es continuador de las políticas del Imperio en América Latina”, dijo.
El militante Liscano dijo que el gobierno colombiano pretende invertir la carga de la prueba, un principio caduco en el campo del derecho. “Colombia nos acusa que tenemos a 1.500 guerrilleros y más de 80 campamentos de las FARC en territorio venezolano. Si hace la acusación, debe demostrar que es verdad, el que acusa tiene que probar, pero estamos conscientes que es un artilugio más de Uribe y de sus diplomáticos”, concluyó Liscano.
Sobre la posición del presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien aún cree que Venezuela debe responder por la presencia de supuestos guerrilleros en su territorio, el candidato Ochoa respondió: “Insulza es insulso, un agente del Imperio y actúa como tal”.
La razón, a juicio de Ochoa, es que el presidente de la OEA aspirará a la presidencia de Chile en los próximos años y busca la venia del gobierno de Estados Unidos para lograrlo.