Marchó desde Plaza Venezuela hasta el Ministerio Público
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Con una multitudinaria movilización, el pueblo revolucionario se hizo presente en Caracas para rechazar las acciones “antipatrióticas” de un grupo de opositores políticos al Gobierno Bolivariano, quienes, a decir de algunos manifestantes, “recorren el mundo para malponer a Venezuela” y allanar el terreno “para un intervención militar extranjera.
La actividad tuvo como telón de fondo el 40° aniversario del derrocamiento del expresidente chileno, Salvador Allende, en cuyo honor se realizó una ofrenda floral, además de diversas actividades culturales que tuvieron como escenario la plaza bautizada con el nombre de este ilustre gobernate socialista, ubicada frente a la entrada Tamanaco de la Universidad Central de Venezuela.
Este acto fue el elemento catalizador que sirvió de impulso inicial a los miles de patriotas que colmaron la Plaza Venezuela, quienes comandados por un grupo de líderes revolucionarios, ya pasadas las 11:00 am, marcharon hasta la sede del Ministerio Público (MP), frente a plaza Carabobo, para solicitar que se investigue a los diputados Julio Borges y Freddy Guevara, así como a la opositora María Corina Machado, entre otros actores, quienes, a decir de Nahum Fernández, presidente del Concejo Municipal de Caracas, se suman “al plan de agresión sistemática contra la patria”.
SIN JUSTICIA NO HAY PAZ
Canciones, poesía y muchas consignas fueron parte del combustible utilizado para la ignición del motor revolucionario, cuya fuerza ideológica fluyó mediantes comentarios cargados de la doctrina integradora y antiimperialista del libertador Simón Bolívar y del comandante eterno Hugo Chávez Fría.
“Para que exista la paz debe haber justicia”, pregonaba Valdemar Gómez, quien al igual que muchos de las y los marchistas caminaba rumbo al MP para hacerse escuchar por el fiscal Tarek William Saab, en su exigencia de cárcel para “los traidores de la patria”.
FIESTA REVOLUCIONARIA
Como ya es costumbre, las manifestaciones del chavismo, además de su carga ideológica y conciencia revolucionaria, también son un espacio para la risa, camaradería y disfrute. Una gran fiesta donde la música proveniente de distintas fuentes se entrelaza con el pregón del vendedor de chupi, golfeados, catalina, raspado y melcocha, para gritar: “uh ah, Chávez no se va”; “abre brecha compañero”; “y bajaron”; “adelante Comandante, ponte al frente, Comandante”.
“Marcho por conciencia de patria, por el futuro de nuestros hijos”, sentenció una convencida Xiomara Rodríguez, quien inspirada por la pasión de la movilización, agregó: “No es posible que exista un grupo de personas que bajo una inmunidad parlamentaria estén vendiendo nuestra nación, invocando incluso que nos invadan. Eso es una cosa insólita para todo el pueblo venezolano”.
Para el concejal metropolitano Luis Istúriz, la marcha “fue un grito contra el terrorismo”, contra aquellos que por más de 130 días se encargaron de generar terror en varios estado del país y cuyas consecuencias dejaron a cientos de víctimas e igual número de familias enlutadas.
UN RÍO LLAMADO REVOLUCIÓN
Una corriente de pueblo inundó el Paseo de la Resistencia Indígena y se desbordó por el extremo oeste de la avenida Libertador, para luego fluir lentamente pero “a paso de vencedores”, como diría el constituyente Darío Vivas, por toda la avenida México. Por ese río danzaron los rostros de “los traidores”, sus fotografías. Por esa crecida fueron llevados simbólicamente ante el fiscal, exhibidos al mundo.
En la marcha todo era un llamado a la libertad y a la no injerencia. Las pancartas contenían “Trump, saca tus garras de Venezuela”; “Te metiste conmigo, pajarito, yankee go home”, se podía leer en otra. Un salsero cantaba sobre un templete provisional y entre soneos improvisó: “Trump, eres tremenda bruja”.
El toque de diana volaba desde una trompeta para marcarles el paso a las y los funcionarios del Saime, Pdvsa, Seniat, Gran Misión Vivienda Venezuela y MinMujer, entre otras instituciones. Fue una mañana de sol. Un día perfecto, como todos, para marchar por la patria.